El grupo español de electrodomésticos Fagor, que está muy endeudado y que sufre una importante caída de ventas, se declaró hoy en suspensión de pagos tras haberlo hecho sus filiales francesa y polaca, amenazando 5.700 empleos en el mundo.
"Fagor Electrodomésticos, S. Coop. ("Fagor") y su filial Fagor Ireland han presentado solicitud de declaración de concurso de acreedores ante el juzgado", señaló el grupo en un comunicado, precisando que en los próximos días procederá a solicitar lo mismo para otras de sus sociedades filiales.
Según los medios españoles, la dirección de Fagor renunció finalmente a utilizar una ayuda financiera de 3 millones de euros propuesta por la administración para salvar los 200 empleos de su filial Edesa, lo que suponía alrededor de una décima parte de los trabajadores del fabricante en el País Vasco.
El grupo habría considerado insuficiente dicha ayuda para salvar la compañía.
Con una deuda de 800 millones de euros, el grupo Fagor, quinto fabricante europeo de electrodomésticos, se vio obligado a presentar el 16 de octubre un preconcurso de acreedores, lo que les daba un plazo de cuatro meses para intentar llegar a un acuerdo con sus acreedores.
Pero el proceso se ha acelerado cuando su matriz, la cooperativa vasca Mondragón, rechazó el 30 de octubre reflotar el grupo, que le pedía 170 millones de euros, juzgando su proyecto como inviable.
El día siguiente, la filial polaca Fagor Mastercook, con 1.400 empleados, presentaba su concurso de acreedores, seguida la semana pasada por la filial francesa FagorBrandt (1.800 trabajadores).