El piloto francés Romain Grosjean salió ileso ayer tras engancharse en una tapa suelta de desagüe y chocar contra las barreras en la segunda sesión de prácticas para el Gran Premio de Malasia de la Fórmula Uno.
Su neumático se rompió con el impacto, lo que le catapultó a toda velocidad de un extremo a otro del circuito. El incidente puso fin a la sesión 20 minutos antes de lo previsto. Fue un episodio espectacular, aunque sin consecuencias. Grosjean salió por sus propios medios y pudo hablar de ello con tranquilidad.