Grito de desahogo

Independiente Rivadavia aseguró su lugar en la próxima B Nacional venciendo ayer a Brown de Madryn y tras darse sendas derrotas de Juventud Unida de San Luis y Central Córdoba de Santiago del Estero. Un derechazo de González y Abelairas, de penal, le pus

Grito de desahogo

Más ansiedad que angustia, en realidad. Los nervios estaban de punta esperando más por novedades que llegasen desde afuera del Gargantini porque, a decir verdad, dentro del estadio las noticias fueron buenas desde el inicio. Independiente se llevaba por delante a Brown con una gran muestra de personalidad; mucho más coraje que fútbol. Y estuvo bien que haya sido así: había que ganar cueste lo que cueste.

Ayer los taquitos y los lujos estaban fuera de repertorio; estos partidos se juegan con el cuchillo entre los dientes, a cara de perro. Y así lo jugó el Azul. La pilcha de Bilbao estaba completamente embarrada y tan sólo habían transcurrido una docena de minutos. ¡Gol de Atlético Paraná! se gritaba en la platea y se celebraba con el puño cerrado.

El delirio absoluto llegaba 5’ más tarde, cuando la estoica defensa del portero visitante  caía derrotada con un derechazo de González que se clavó pegado al palo derecho. El hincha alentaba porque el once de Astudillo estaba dejando hasta la última gota de sudor.  Aunque faltaba la otra parte de la historia.

Abelairas cambiaba penal por gol apenas iniciado el complemento y ya al hincha no le interesaba más nada de lo que sucediese dentro del campo de juego. !Gol de Juventud!, se agarraba la cabeza el plateísta y observaba el celular como sin poderlo creer. ¡Otra semana con esta angustia!

Para colmo ya Figueroa había metido el cabezazo para descontarle al Azul. Seguidilla de hechos bochornosos que atentaban contra el sistema nervioso del hincha de Independiente. Pero Noriega traía un poco de paz: Gimnasia 1-Central Córdoba 0. Al Ferro, ahora, ni con los puntos que protestó ante Chicago podía alcanzar al Azul. Volvía la paz al Parque.

El Gato se ponía otra vez arriba del Juve a 13’ del final, y ya el equipo puntano no iba a torcer la historia. Fin de esta película de terror. Al final, fue una de suspenso con final feliz.

Los fantasmas en el Bautista Gargantini

Un grupo de hinchas ¿de Gimnasia? ¿de Godoy Cruz? improvisaron una cargada al Azul en las adyacencias al estadio de Independiente, donde ayer la Lepra se estaba jugando ni más ni menos que la permanencia en la B Nacional.

Lanzaron un globo blanco cual fantasma sobrevolando en el estadio con una “F” roja gigante, letra que ilustra el Federal A, categoría a lo que no quería descender el equipo que conduce Martín Astudillo, que ayer aseguró su permanencia.

La picardía, el folclore del fútbol. No les salió bien.

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