Las reservas del Banco Central no paran de caer y las divisas se escurren por múltiples vías. Pero este año, además, se agrega un nuevo ingrediente: la cancelación de anticipos y prefinanciaciones de exportaciones en dólares, según menciona el Banco Central en su último informe cambiario.
Allí se dice que “en el acumulado de los 9 primeros meses del año, los ingresos netos de divisas por mercancías resultaron inferiores en casi U$S 5.000 millones respecto al saldo que arrojaron los movimientos aduaneros de exportaciones e importaciones de bienes en valores FOB”.
La diferencia se explica básicamente por una diferencia en los ingresos de cobros de exportaciones de bienes de U$S 4.545 millones respecto al valor de los embarques. Esta diferencia reflejaría la importante cancelación neta de anticipos y prefinanciaciones y su remplazo por financiamiento en moneda local. También incidieron los mayores pagos de importaciones de bienes respecto del valor de los despachos registrados por la Aduana por unos U$S 320 millones”.
El informe -que corresponde al tercer trimestre de 2013- añade que “por quinto trimestre consecutivo, se registró un valor de exportaciones superior al de los ingresos de cobros de exportación” y que “en el acumulado del año, la comercialización externa del sector se encuentra un 16% por debajo de lo observado en el mismo período de 2012, pese al crecimiento de la producción total en la presente campaña, la cual se estima en torno a las 106 millones de toneladas”.
Por esta razón, en las cuentas cambiarias, de enero a setiembre el superávit comercial fue de apenas U$S 4.670 millones. Es una reducción en U$S 8.078 millones respecto de igual período de 2012, cuando en los registros de la Aduana esa merma fue de U$S 3.065 millones.
En síntesis, una diferencia en los ingresos de divisas del BCRA de U$S 5.013 millones que, en gran parte, se explica por la devaluación creciente del peso que lleva a postergar ventas y anticipar el pago de importaciones.
A eso se agrega que “el déficit de divisas de la industria automotriz para el acumulado de 2013 totalizó U$S 5.704 millones”, en tanto “los pagos de importaciones del sector energía rondaron los U$S 9.100 millones”. Los servicios, que incluyen turismo, pasajes, viajes, fletes y seguros, fueron muy deficitarios: un rojo neto de U$S 6.785 millones. Los pagos por intereses de la deuda pública y privada y el giro de utilidades y dividendos (autorizado para un grupo selecto de sectores) sumaron otros U$S 4.059 millones.
Por esto, aunque el superávit comercial cambiario fue de U$S 4.670 millones, restando los servicios, los intereses y giro de utilidades, quedó un balance cambiario negativo de U$S 5.962 millones, equivalente al 70% de los U$S 8.549 millones de pérdida de reservas. El 30% restante fue porque ingresaron menos inversiones y préstamos financieros que pagos realizados.
Durante octubre, noviembre y en lo que va de diciembre las cosas no mejoraron porque el BCRA siguió perdiendo otros U$S 4.000 millones. Al 30 de setiembre las reservas sumaban U$S 34.741 millones y ahora orillan los U$S 30.000 millones.