El juez Thomas Griesa levantó las medidas cautelares que impiden a la Argentina pagar a los bonistas que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010, quienes no reciben los dólares que gira el Tesoro por las disposiciones que tomó el magistrado en 2014 a favor de los fondos buitre. Luego de la audiencia del martes, donde escuchó a los abogados del país que solicitaron esta decisión, y a los representantes legales de los holdouts, Griesa falló a favor de la Argentina.
"Las circunstancias han cambiado de manera tan significativa como para declarar a las medidas cautelares inequitativas y perjudiciales para el interés público”, escribió en su fallo.
Aclaró que para que su decisión entre en vigor, primero el Congreso deberá derogar las leyes “Cerrojo” y de “Pago Soberano” que impiden al Tesoro ofrecer a los holdouts mejores condiciones de pago que las que recibieron quienes entraron a los canjes. Además, antes del 14 de abril el país deberá cancelar la deuda que tiene con los fondos buitre que litigaron en su tribunal, por más de 6.000 millones de dólares.
Griesa conminó a los bonistas que no han llegado aún a un acuerdo con Argentina (llamados “me too”) a seguir negociando a fin de terminar de cerrar el conflicto judicial. La noticia fue celebrada por la Casa Rosada, que esperaba la complacencia de Griesa.
Éste fijó además un plazo de 48 horas para que los holdouts disconformes con su pronunciamiento, puedan presentar un exhorto ante la Cámara de Apelaciones de Nueva York.
El paquete de leyes
Ayer, el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas demoró el envío al Congreso de la ley exigida por Griesa porque la misma no sólo contendrá la derogación de las mencionadas normas sino también cada uno de los acuerdos suscriptos por el ministro Alfonso Prat-Gay con los diferentes grupos de holdouts. Según una fuente parlamentaria, la demora se debe a la traducción de los mismos.
Pese a que el proyecto no ingresó a la Cámara baja aún, trascendió que, en un capítulo, el relativo al pedido de autorización que hará el Ejecutivo para emitir una serie de bonos a fin de conseguir dólares y saldar la deuda con los holdouts en efectivo, no habrá precisión del monto global por el que se saldrá al mercado internacional. Es decir que el Palacio de Hacienda solicitará aval para tomar deuda, pero no fijará por cuánto.
Esto se debe a que hay un grupo de bonistas que aún no arregla con la Argentina y no se sabe a ciencia cierta cómo serán los acuerdos en caso de concretarse. No obstante, también trascendió que el número que el Gobierno piensa colocar no superará los 12.000 millones de dólares, menos que los 15.000 millones de dólares que el oficialismo manejó como referencia. En este mismo capítulo de la ley, Hacienda pedirá que el Bank of New York Mellon vuelva a ser el agente de pago de los viejos bonos y de los nuevos.
Ayer, el oficialismo apuró la conformación de las dos comisiones que tratarán de manera conjunta este proyecto en Diputados y se garantizó el control del debate. En la comisión de Presupuesto quedó el macrista Luciano Laspina, secundado en las vicepresidencias por dos peronistas dialoguistas: Diego Bossio (bloque Justicialista) y Marcos Lavagna (UNA). Entre las 18 firmas de Cambiemos, las 7 de UNA y las 3 del bloque de Bossio, el oficialismo espera obtener el dictamen de mayoría el martes.
Pero primero está previsto que Prat Gay asista al Congreso y evacue las dudas de todos los diputados este viernes o más tardar el lunes.
El sector del FpV más ligado a los gobernadores quiere escuchar la posición de Roberto Lavagna, el mentor del primer canje. Así lo planteó ayer el diputado José Luis Gioja. Pero desde el cristinismo ya hay posición tomada. Axel Kicillof apuntó al riesgo de que los que aceptaron los canjes -llamados holdins- decidan hacer juicio contra el Estado si el Gobierno paga a los holdotus.
“Nadie sabe quién tiene los papeles de la deuda reestructurada. ¿Qué pasa si están en manos de Paul Singer (el líder de los fondos buitre)?”, dijo. Laspina consideró que tal declaración es “embarrar la cancha” ya que en 2015 expiró la cláusula RUFO.
En la comisión de Finanzas, también un macrista quedó a cargo. Se trata del bonaerense Eduardo Amadeo. Pero será secundado por el kirchnerista Carlos Heller. En este cuerpo, Cambiemos se quedó con 12 asientos, contra los 10 del FpV, 5 de UNA y 3 del bloque Justicialista de Bossio.
