Gremios kirchneristas enrolados en la Corriente Federal de Trabajadores convocaron a una marcha a la Iglesia de San Cayetano el 7 de agosto bajo el lema “Esto no va más”, en tanto el jefe de la CTA de los Argentinos, Hugo Yasky, advirtió que el sindicalismo está en la “cuenta regresiva de la definición de una acción de protesta”.
La Corriente Federal de Trabajadores, que integra la CGT y está apoyada sobre la Asociación Bancaria, uno de los gremios más identificados con el kirchnerismo, resolvió “movilizar” a San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, “contra la política económica del gobierno de los ricos”, como definió a la administración de Mauricio Macri.
Sin embargo, el titular de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, admitió que le “cayó bastante mal” que Yasky haya convocado a una marcha para el 7 de agosto mientras un sector de la CGT impulsa otra movilización para fines de julio.
“Por un lado, la CTA de Yasky está anunciando una medida para el 7 y, por otro, la CGT está hablando de una marcha para fines de julio como dos cosas separadas”, sostuvo Micheli y reclamó “unidad de acción de las tres centrales”.
Para el referente sindical, sería una “debilidad” que los reclamos del movimiento obrero sean expresados en dos marchas, por lo que advirtió: “No se puede boludear con esto de que ‘Yo hago un acto tal día, el otro hace un acto otro día’”.
“Tiene que haber una única convocatoria”, dijo Micheli y reiteró que es necesario un paro nacional con movilización a la Plaza de Mayo para la última semana de julio.
En su proclama, la Corriente Federal llamó a “las organizaciones sindicales, desocupados, jubilados, organismos de derechos humanos y estudiantes a movilizarse el 7 de agosto a San Cayetano, en un hito en la resistencia contra el proyecto neoliberal y el comienzo de una etapa de esperanza popular”.
La Corriente Federal, disidente del triunvirato que conduce la CGT, planteó que Cambiemos cursa su “cuarto semestre sin ver más brotes que los oscuros resultados que han dejado sin trabajo a millones de argentinos, sumergido a la pobreza a jubilados, condenado a niños a la indigencia y arruinado a los pequeños comerciantes y empresarios”.
En ese sentido, alertó que el Gobierno está llevando al país por un “camino sin salida, como a la crisis de 2001”. Por su parte, Yasky respaldó la iniciativa de la Corriente Federal al apuntar que “es muy probable que esa fecha sea el aglutinante de una convocatoria a una gran protesta nacional con movilización”.
“Estamos en la cuenta regresiva de la definición de una acción de protesta que es por demás necesaria”, sostuvo en declaraciones a radio Cooperativa.
En sus críticas a la CGT, Yasky consideró que “hay sectores” de la central que “perdieron el rumbo”, al comparar: “Una cosa es querer tomar distancia del kirchnerismo, y otra es terminar siendo oficialista y haciendo el triste papel de seguidismo que se hace respecto de estas políticas que están produciendo tanto daño a los trabajadores”.
