Un Real Madrid con muchas dudas, tras una sufrida semifinal contra el modesto Al Jazira emiratí y un recorrido accidentado en la liga española, se mide a un motivado Gremio de Porto Alegre en la final del Mundial de Clubes, hoy en Abu Dhabi, desde las 14.
Además, el Real Madrid jugará con el Clásico contra el Barcelona en el horizonte, una semana después, el 23 de diciembre en el Bernabeu, en que se juega su futuro en la competición, al estar ahora a ocho puntos del líder azulgrana.
El Real Madrid rozó la humillación contra Al Jazira en semifinales, con el que perdía en el descanso por 1-0, y slo pudo ganar por 2-1 con un gol a nueve minutos del final de Gareth Bale.
Una tarjeta roja supondría para el Real Madrid perder a un jugador para el duelo contra el Barcelona, ya que el castigo se aplicaría en el próximo partido oficial.
Para Gremio, en cambio, no hay nada más importante en la cercanía que la posibilidad de lograr su segundo título mundial, tras la Copa Intercontinental ganada en 1983.
Marcelo Grohe, el portero de Gremio, deberá emplearse a fondo para aplacar las ansias goleadoras de Cristiano Ronaldo, que quiere incrementar su récord de tantos en la historia del torneo, tras lograr el sexto en semifinales contra Al Jazira.