La policía dispersó ayer con gases y cañones de agua a miles de manifestantes antiglobalización que salieron a las calles de Hamburgo, donde hoy arranca la cumbre del G20 con el esperado primer cara a cara entre Donald Trump y Vladimir Putin.
La policía decidió cargar contra la marcha de más de 10.000 personas, entre ellas muchas vestidos de negro y con pasamontañas, que lanzaron piedras, botellas y petardos contra los agentes.
Convocada con el lema "Welcome to Hell" ("Bienvenidos al infierno"), la manifestación fue detenida por la policía cuando intentaba acercarse al centro de convenciones donde se celebra la cumbre. Los choques dejaron al menos a 76 policías heridos.
El presidente estadounidense Donald Trump aterrizó ayer a media tarde a esta ciudad del norte de Alemania, donde hasta mañana se reúnen los miembros del G20 (19 países más la Unión Europea), un foro internacional de las principales economías industrializadas y emergentes.
Trump venía de Polonia, donde reiteró su apoyo a la OTAN y advirtió que está en juego "nuestra civilización" occidental. "Instamos a Rusia a poner fin a sus actividades desestabilizadoras en Ucrania y en otros lugares" dijo Trump en su discurso en Varsovia, una inusual crítica a Rusia, pocas horas antes de su primera reunión bilateral con Putin. Moscú no ve con buenos ojos la expansión de la Alianza Atlántica hasta sus fronteras.
Las relaciones entre la Casa Blanca y el Kremlin se complican además por las acusaciones de que Rusia interfirió en las presidenciales estadounidenses de 2016 y las posibles conexiones rusas del entorno de Trump.
“Creo que pudo ser perfectamente Rusia quién influyó en en las elecciones. Pienso que también pudo haber otros países”, dijo Trump en Varsovia. El encuentro con su par ruso será clave en la evolución de los conflictos de Ucrania y Siria.
"La segunda visita a Europa se puede resumir en una palabra: Putin", afirma Derek Chollet, un analista del German Marshall Fund of the United States, que asegura que a ambos líderes no les gusta perder y "se sienten más cómodos con la intimidación".
Trump inició su gira europea en Polonia, un país amigo cuyos dirigentes conservadores comparten muchas de sus ideas.
Una primera etapa fácil antes del G20, donde Trump podría quedar aislado frente a sus pares en cuestiones globales clave como el clima o el libre comercio.
“Naturalmente no vamos a esconder nuestras diferencias, al contrario, vamos a llamarlas por su nombre porque hay divergencias de opinión en algunas cuestiones esenciales”, dijo ayer la canciller alemana Angel Merkel, anfitriona del encuentro.
El clima es uno de los grandes desacuerdos de numerosos países con la nueva administración de Washington, sobre todo desde que Trump decidió abandonar el histórico acuerdo de París contra el cambio climático porque los considera nocivo para su economía.
Tampoco gustan, sobre todo en Europa, sus posiciones proteccionistas.
En la mesa de la cumbre estará también la cuestión norcoreana, agravada por el lanzamiento el martes por el régimen comunista de Pyongyang de un misil intercontinental capaz, según los expertos estadounidenses, de alcanzar Alaska.
“Llamo a todas las naciones a afrontar esta amenaza global y a demostrar públicamente a Corea del Norte que hay consecuencias a su muy, muy mal comportamiento”, dijo Trump en Varsovia, asegurando que estudia medidas “bastante duras”.
En Hamburgo los líderes mundiales tendrán que lidiar además con un ambiente eléctrico. La manifestación del jueves, en la que se lanzaron piedras, botellas y petardos contra la policía, fue convocada por la autodenominada “alianza autónoma y anticapitalista” y es sólo la primera de las previstas en la ciudad coincidiendo con el G20.
La marcha la encabezaba una gran pancarta que pedía “pulverizar” el G20 (“Smash G20”). Mañana está prevista otra gran manifestación convocada por grupos de extrema izquierda.
Las autoridades han desplegado en Hamburgo cerca de 20.000 policías venidos de toda Alemania como medida antiterrorista y para evitar la violencia de las cerca de 30 marchas convocadas.
Aíslan a EEUU en defensa del clima
Los miembros del G20 dejarán patente el aislamiento internacional de Estados Unidos en materia de defensa del clima en el comunicado final que publicarán el sábado al término de la cumbre que mañana arranca en Hamburgo bajo presidencia alemana, según trascendió ayer del borrador al que se tuvo acceso.
Según se pudo saber los 19 jefes de Estado y de Gobierno quieren aprovechar la cumbre para mostrar su determinación a favor de la protección del clima, a pesar de la decisión del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, de sacar a su país del Acuerdo de París.
Para ello, preparan una formulación inaudita de la tradicional declaración final en la que todos mostrarán su apoyo en la defensa del clima y se recogerá la disidencia de Washington en este punto.
Se trata de un paso inédito, dado que este tipo de encuentros multilaterales se caracterizan por la publicación de una declaración que siempre es acordada por unanimidad.
En concreto, los 19 buscan enviar una “rápida puesta en marcha” de este pacto.
Bill Gates elogió a Merkel
Tan solo unas horas antes de que dé comienzo en Hamburgo la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20 bajo presidencia alemana, el magnate de la informática, Bill Gates, elogió a la canciller Angela Merkel por su compromiso con África.
“Al poner al continente africano en un punto central de la cumbre, Merkel ha hecho un excelente trabajo”, dijo el fundador de Microsoft en declaraciones a la televisión pública alemana ARD.
“No podemos perder de vista esta situación, porque todavía hay mucho por hacer en África”, añadió el multimillonario empresario, comprometido a través de su fundación desde hace años, junto a su esposa Melinda, en la lucha contra la pobreza y enfermedades como la malaria.
Gates insistió en la necesidad de invertir de forma inteligente las ayudas económicas en África al tiempo que criticó las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.