El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, envió un informe a Eduardo Casal, procurador general de la Nación y jefe de todos los fiscales, en el que detalló los graves hechos "presuntamente ilícitos" que le atribuye a Carlos Stornelli, uno de los fiscales que investiga la causa de los cuadernos. Stornelli estaba citado a declarar el miércoles pero no se presentó; en cambio, recusó al juez por "pérdida de objetividad" y señaló su incompetencia territorial.
Según Ramos Padilla, las imputaciones a Stornelli se multiplicaron a raíz de los allanamientos realizados tras la primera denuncia por extorsión que hizo el empresario agropecuario, Pedro Etchebest. En esos procedimientos se secuestraron presuntas pruebas que darían cuenta de una asociación ilícita entre Stornelli y el falso abogado ya detenido Marcelo D'Alessio, con el fin realizar espionajes ilegales y extorsiones sobre al menos seis personas, cinco de ellas vinculadas a investigaciones del fiscal. Según el juez, Stornelli conocía a D'Alessio "como un agente de la DEA" y por lo tanto sabía que "no poseía atribuciones legales" para desarrolla determinadas actividades.
Ramos Padilla le imputó a Stornelli haber tomado parte de amenazas hechas a Gonzalo Brusa Dovat, exdirectivo de la petrolera venezolana PDVSA, para obligarlo a declarar como "arrepentido" en la causa de los cuadernos y a dar una serie de entrevistas mediáticas, entre otras, al periodista Daniel Santoro.
Otro hecho que Ramos Padilla le imputó a Stornelli es haberle reclamado a D'Alessio que le haga una cámara oculta al José Manuel Ubeira, abogado de Oscar Thomas, el ex titular de la Entidad Binacional Yaciretá imputado en la causa de los cuadernos.