La escalada del conflicto entre el gobierno chavista de Nicolás Maduro y un fortalecido parlamento opositor adentra a Venezuela en una crisis institucional, que complica aún más la solución de la grave crisis económica y profundiza la polarización del país.
Diputados oficialistas denunciaron ayer “por desacato” a la junta directiva del Parlamento por haber juramentado el miércoles a tres opositores, cuya proclamación estaba suspendida por una impugnación del partido gobernante admitida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
“Nosotros no hemos incurrido en desacato, quienes incurren en desacato es quien desacata la voluntad popular recientemente después de las elecciones”, refutó ayer el presidente parlamentario Henry Ramos Allup, un curtido diputado y acérrimo antichavista de 72 años.
En abierto desafío al TSJ, al que la oposición acusa de servir al chavismo, con la juramentación que presidió Ramos Allup, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) reivindicó la mayoría calificada de dos tercios (112 de las 167 curules) que ganó en los comicios del 6 de diciembre, enterrando casi 17 años de dominio chavista en el Congreso.
“Prepárense para una lucha prolongada”, advirtió por su parte el número dos del chavismo y ex jefe parlamentario, Diosdado Cabello, tras señalar que esa decisión viola la Constitución y “vicia de nulidad” cualquier decisión del parlamento.
Cabello advirtió que ninguna decisión del parlamento será publicada en la gaceta oficial y pedirán al Tesoro nacional no entregarle “ni un cinco” para su funcionamiento administrativo, lo que Ramos Allup calificó de una “fanfarronada”.
“Vamos a introducir en el marco de la Constitución una demanda ante la violación flagrante de la Constitución y el irrespeto de una decisión de otro poder público”, declaró el diputado oficialista Ricardo Molina en la Plaza Bolívar, donde una multitud de simpatizantes del chavismo protestaba esta mañana contra la oposición.
Sin amilanarse, la mayoritaria bancada de la MUD formó una comisión para investigar el nombramiento, hecho por los oficialistas poco antes de entregar el control legislativo, de 34 magistrados del poderoso TSJ.
“Estamos en un proceso de transición muy especial. Hay una confrontación porque no había separación de poderes”, dijo a la AFP Mercedes Pulido, académica de prestigiosas universidades del país.
Colisión frontal
El martes, en la instalación de la Asamblea, Ramos Allup planteó la hoja de ruta de la MUD con el control del Parlamento: presentar en un plazo máximo de seis meses una vía legal para cambiar el gobierno, liberar presos políticos y aprobar reformas económicas.
Las cartas que tiene para cumplir su cometido de cambiar al gobierno son un referendo revocatorio para cuando Maduro, elegido en abril de 2013 para un periodo de seis años, cumpla la mitad de su mandato, una reforma constitucional o una Asamblea Constituyente.
“Dicen que nos dan seis meses de vida. Para un golpe de Estado se necesitan cojones. Vamos a ver si los tienen”, afirmó contundente el líder Cabello en su programa de televisión del miércoles en la noche.
Las FFAA apoyan a Maduro
Por otra parte, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, expresó ayer al presidente Nicolás Maduro la "absoluta lealtad" e "irrestricto apoyo" de la Fuerza Armada.
“El presidente es la máxima autoridad del Estado y reiteramos nuestra absoluta lealtad e irrestricto apoyo”, dijo Padrino al condenar el retiro de imágenes del fallecido ex mandatario Hugo Chávez y el Libertador Simón Bolívar del Parlamento por parte de la mayoría opositora que asumió el pasado martes.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras del mundo, sufre el desplome de los precios del crudo -fuente del 96% de sus divisas- un déficit fiscal de 20% del PIB, 200% de inflación, severa escasez y una contracción económica del 6% en 2015, según cálculos privados.
Protestan por el retiro de imágenes de Bolívar
La asunción de la nueva Asamblea Nacional de Venezuela con mayoría opositora trajo, además de un conflicto de poderes, una polémica por el retiro de los retratos del libertador Simón Bolívar y el ex presidente Hugo Chávez del recinto de sesiones del Legislativo, ordenado por las nuevas autoridades.
La ausencia de los retratos de Bolívar y Chávez detrás del sector donde se ubican las autoridades de la Asamblea no pasó inadvertida para la prensa local el día de la instalación de la nueva legislatura. “Llamo al pueblo a rebelarse ante estas manifestaciones neofascistas y antibolivarianas”, exhortó anoche el presidente Nicolás Maduro en un discurso transmitido por la cadena nacional de radio y televisión en el que dijo que “muchos” militares, algunos “llorando”, lo habían llamado para comentarle sus opiniones contrarias al retiro de los cuadros.
“Llamamos al pueblo a realizar actos de desagravio” porque “intentan mancillar la memoria histórica, la memoria de nuestro comandante supremo Hugo Chávez, el líder político más importante del siglo XX y creo que del XXI”, sostuvo Maduro.