Hay una revelación aquí. En el rostro de Darío Grandinetti se componen, sin tensión, las facciones de otro argentino aún más famoso. El que este domingo 18 ofició misa ante siete millones de personas en Filipinas: el Papa. Tiene suerte el elegido: Darío Grandinetti es el actor que encarna a Jorge Bergoglio en “Francisco: el Padre Jorge”, el film argentino-español sobre su vida, con dirección y guión de Beda Docampo Feijóo.
El rodaje comenzó este lunes en Buenos Aires; luego irán a Madrid y Roma, y se prevé el estreno mundial para el 16 de julio. También actúan Leonor Manso, Laura Novoa, Leticia Bredice, Carola Reyna, Jorge Marrale y Alejandro Awada.
“Ayer grabé una escena en el muelle de pescadores de Costanera Sur y otra en un colectivo: al Papa le gustaba mucho viajar en colectivo”, dice Grandinetti en un alto de filmación, con el breve cabello blanco cubierto por el solideo rojo de los arzobispos. “Yo no hago una imitación de Bergoglio.
Intento plantear cierta actitud espiritual constante de él, tan poco apasionado y nada solemne”.
“Francisco: el Padre Jorge” narra un viaje transformador: el del jesuita nacido en Flores en 1936 que devino arzobispo de Buenos Aires en 1999 y que, tras el cónclave de Roma de 2005 (por el cual surgió Benedicto XVI), ocho años después fue designado Papa.
“Lo que más me gusta es encarnar no a un Papa, sino a éste -confía Grandinetti-, por las cosas que dice y por lo que está intentando hacer, con todas las dificultades que eso debe significar”.
En la ficción, la testigo cercana de Bergoglio es una periodista española que lo conoce en 2005 en Italia, a cargo de la actriz madrileña Silvia Abascal. Ella relatará el activismo del arzobispo en las villas porteñas y su desdén por la prostitución, la trata y las drogas. Esa cercanía es uno de los núcleos del film, basado en el libro “Francisco. Vida y revolución”, de la periodista Elisabetta Piqué.
“Antes de este papel -jura Grandinetti- no le prestaba demasiada atención a Bergoglio. Salvo alguna declaración, pero nada más. Ni a él ni a ningún Papa”.
Pero no es el único argentino elegido para el rol: Rodrigo de la Serna será el otro rostro del Papa en el film “Llámenme Francisco”, que dirige el italiano Daniele Luchetti desde la semana pasada, también en Buenos Aires. No es pura casualidad: son los misteriosos designios del arte.
