Es un hecho casi desconocido que el glorioso Regimiento de Granaderos a Caballo creado por D. José de San Martín estuvo representado en el Conflicto bélico del Atlántico Sur.
A 35 años del inicio de la Guerra contra los británicos se rescata esta historia.
El Regimiento de Granaderos a Caballos integró con 141 granaderos clase 63, 16 granaderos clase 62, 23 suboficiales y 5 oficiales de distintos escuadrones, el Escuadrón "Pringles" creado especialmente y destinado en principio a las Islas Malvinas.
Sin embargo tuvo asientos transitorios en Comodoro Rivadavia, Rada Tilly, Pico Truncado, Caleta Olivia y patrullajes en distintas localidades aledañas y la vigilancia de instalaciones en el continente consideradas estratégicas dentro del TOAS (Teatro de Operaciones del Atlántico Sur).
Cuando la situación en las islas ya se había tornado muy difícil, se decidió el envío de algunos granaderos. Sólo hicieron el cruce dos cabos y ocho soldados conscriptos en dos grupos de cinco a cargo de ametralladoras MAG a principios del mes de junio de 1982. Un total de diez hombres del “Pringles”.
Por el bloqueo aéreo se les hizo dificultoso el vuelo a las Islas, y recién luego del tercer intento pudieron aterrizar en Puerto Argentino.
Pronto fueron apostados dos grupos bajo la jurisdicción del RIMEC 4 (Regimiento de Infantería Mecanizada N° 4) en Monte Harriet y Dos Hermanas, y dos del RI N° 7 “Coronel Conde”, en cercanías de Monte Longdom.
Allí tuvieron que desembalar sus MAG flamantes sin estrenar llegadas a las Islas en su empaque de telgopor y engrasadas, a las que tuvieron que armar totalmente. Cada ametralladora era servida por dos hombres, apuntador y abastecedor.
La nómina de aquellos heroicos granaderos es la siguiente:
* Jorge Eduardo Vega Luján: clase 63 – tirador de MAG – Escuadrón San Lorenzo.
* Carlos Argentino Acuña: clase 63 – abastecedor de MAG – Escuadrón San Lorenzo.
* Ernesto Raúl Ponce: clase 63 - apuntador y abastecedor de MAG – Escuadrón San Lorenzo.
* Aldo Gabriel Apecechea : clase 63 – apuntador y abastecedor de MAG – Escuadrón San Lorenzo.
* Miguel Ángel Plaza: clase 63 – apuntador y abastecedor de MAG - Escuadrón Junín .
* Roque Daniel Flores: clase 63 – apuntador y abastecedor de MAG – Escuadrón Junín.
* Domingo Ángel Novaro: clase 61 – apuntador y abastecedor de MAG – Escuadrón Junín.
* Miguel Ángel Piaggio: clase 62 – apuntador y abastecedor de MAG – Escuadrón Junín
* Cabo 1º Jorge Alberto Rivero: clase 57.
Cabo 1º Juan Carlos Campoy.
Dos de ellos fueron heridos en combate: Vega Luján recibió una esquirla de mortero en su pierna izquierda y fue operado en Puerto Argentino, y Acuña a quien el estallido de ese mismo proyectil le produjo problemas auditivos y de visión, sufriendo además el congelamiento de sus miembros inferiores.
Los diez granaderos fueron tomados prisioneros e instalados en Puerto Argentino a la espera de su regreso al país.
Una vez vueltos al continente, luego de un período más dentro de la Unidad, y con los heridos internados en el Hospital Militar de Campo de Mayo, recibieron la baja del Ejército en agosto de 1982.
Pasaron muchos años en los que estos héroes granaderos vivieron en el anonimato de sus conciudadanos. Luego de una investigación realizada por Pedro Urueña de la “Asociación de Granaderos Reservistas de la República Argentina” se los rescató de la apatía y las tinieblas del tiempo y se les brindó el merecido homenaje que la Patria les debía.
Los ocho valientes granaderos fueron condecorados en 2008 en ocasión del 196º aniversario de la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo.
Y es así que aquellos soldados sanmartinianos ingresaron sus nombres en las páginas de gloria del histórico regimiento.
Sin embargo, íntimamente sabían que aún tenían una deuda para con ellos mismos. Así lo entendieron dos de ellos, Domingo Novaro y Miguel Ángel Piaggio, compañeros de trinchera en aquel lejano 1982.
En 2009 decidieron volver a las Islas. Cargados de recuerdos y nostalgias, recorrieron aquellos páramos en donde a sus dieciocho años se habían jugado la vida en defensa del suelo patrio.
A pesar del paso del tiempo, encontraron su puesto de combate. Y lo que es más notable aún, encontraron los restos de su ametralladora, que mucho daño había causado al invasor.
Cuando la rendición era inminente, Domingo y Miguel Ángel despiezaron a su compañera de trinchera y arrojaron sus partes a los cuatro vientos… no iban a entregar al enemigo aquella ametralladora granadera.
Hoy día, en cada aniversario de la Gesta Malvinera, el regimiento vuelve a invitarlos, para que participen de los actos recordatorios.
El olvido ha quedado en el pasado, y la gloriosa Unidad, hija dilecta del Gran Capitán, se enorgullece en recibir en el cuartel, a sus granaderos de Malvinas.