Se plantó en campo rival, ofreciendo posibilidades para ser atacado, pero al mismo tiempo, teniendo sus chances para desequilibrar arriba. Y así fue. Después de los 10’ iniciales de estudio, Rosario Central salió a buscar la diferencia.
En la primera situación clara, el Canalla mostró su eficacia. Tras un balón aéreo que llegó al área local, el rebote le quedó a Marco Ruben y el goleador no dudó para la alegría de los dos mil hinchas que llegaron hasta Porto Alegre. Gremio sintió el golpe y tuvo tres chances para empatarlo. Y en una contra Ruben casi hace un gol para ponerlo en un ‘Marco’. Se la picó a Grohe y el balón se estrelló en el horizontal.
En el segundo tiempo, Coudet debió hacer un cambio impensado con el ingreso de Giovani Lo Celso por Ruben. A pesar de ello, Central nunca perdió la compostura y con un Germán Herrera como único abanderado de punta, se aproximó en varias ocasiones al arco rival.
El visitante estaba más cerca del segundo que el local del empate. Dentro de ese contexto y a pesar de las variantes que introdujo Machado, el partido se jugaba donde quería Rosario Central.
Mientras que desde el otro lado Sebastián Sosa miraba el juego con mucha tranquilidad. Claro que cuando lo llamaron a actuar el uruguayo respondió con altura para que el visitante mantuviera una ventaja importante que le permite encarar la revancha con cierto margen de error. Es que empatando en el Gigante de Arroyito por cualquier marcador, Central estará en los cuartos de final. Triunfazo.
