Todo comenzó un 30 de abril. El del año 1939. El recordado circuito “El Plumerillo”, fue el escenario de la historia consignada desde entonces, como "Gran Premio Vendimia", competencia que ha resultado ser asimismo en su tipo, la más antigua del país. Mérito, pues, indiscutido de los directivos que se sucedieron en el comando del Automóvil Club Mendoza.
Aquello de 1939, con la victoria del santafesino Rodolfo Martini con un tiempo de 1 hora 36 minutos 39 segundos para los ocho circuitos de la competencia final, añade a la nostalgia de la referencia, la ineludible mención de sus escoltas, pioneros del automovilismo de aquellos tiempos: Domingo Ochoteco, segundo; Nicolás Gullé, tercero; Victorio Galeazzi, cuarto y J. M. Pezzutti, quinto.
El Plumerillo siguió siendo el circuito de la cinco disputas inmediatas con los siguientes vencedores: Domingo Ochoteco (1940), José Canzini (1941), Adriano Malussardi (1942), luego hubo un lapso inactivo en todo el medio inactivo en todo el automovilismo argentino, como derivación de la segunda guerra mundial, Clemar Bucci (1947) y Alfredo Pián (1948).
Posteriormente, el escenario elegido fue un interesante trazado dentro del Parque General San Martín. Y allí sus triunfadores fueron: en 1949, Pablo Gullé; en 1950, Benedicto Campos; en 1951, Héctor Niemitz; en 1952, Alberto Crespo.
Desde 1953, año de la undécima edición, la competencia se disputó en el autódromo General San Martín y se dio en oportunidades la doble alternativa: Turismo Carretera y mecánica nacional.
Nombres importantes de la historia fueron los hermanos Juan y Oscar Gálvez, Ramón Requejo quien ganó en los años 1958, 1959, 1961 y 1963, el del mendocino Emilio Boretto, Alberto Rodríguez Larreta, Nacif Estéfano, Jorge Angel Pena (en el ‘63 ganó estableciendo un récord para el circuito número 1), Pablo Gullé (le ganó en el 65 a los Minicooper), Hugo Gimeno, Julio César Castellani, Eduardo Copello, Héctor Gradassi, Néstor García Veiga, Jorge Ternengo, entre tantos otros.
Este año, ya con las categorías del zonal Cuyano, se disputó la 69° edición de este clásico que fue cambiando a lo largo del tiempo en cuanto a las máquinas, pero no en el corazón de la gente.