A pesar de la lluvia, los estudiantes y docentes de la escuela N°4-221 Valentín Bianchi, de San Rafael, pudieron concretar ayer su objetivo de hacer y compartir con la comunidad 100 metros de pizza.
El lugar elegido para ello fue la puerta de la institución, ubicada sobre la avenida Hipólito Yrigoyen entre 25 de Mayo y 9 de Julio, donde se colocaron tablones que conformaron los 100 metros lineales donde luego se sirvieron las pizzas.
El objetivo de esta iniciativa fue terminar con la discriminación y lograr la inclusión de todos los chicos. Es que a este establecimiento de nivel secundario asisten jóvenes de diversos barrios de la ciudad, entre ellos algunos urbano-marginales.
"Nuestra escuela es inclusiva, recibe alumnos de zonas urbano- marginales con distintas necesidades ya sean económicas, familiares o afectivas, entre otras. Por eso trabajamos mucho en valores, en cooperativismo, buscando que los chicos se integren y participen de estas actividades extracurriculares, donde pueden ver otras realidades y lo que cuesta hacer algo", señaló a Los Andes Ariel Andreoni, director de la escuela.
Así, desde tres días previos al gran momento de presentación de la pizza más larga de San Rafael, estudiantes y docentes trabajaron preparando la masa guiados por el maestro panadero de Le Chateau, la panadería de la familia Ortiz que prestó los hornos para cocinarla.
Ayer, desde las 5 de la mañana, la escuela tenía un inusitado movimiento, con profesores y alumnos colocando la salsa y el queso a los bloques de pizza -se hicieron unos 124- para darles el golpe de calor final en las instalaciones del supermercado vecino.
Trabajo en equipo
Entre los estudiantes de los distintos cursos prepararon el lugar poniendo los caballetes y tablones cubiertos con un plástico rojo que hizo las veces de mantel y sirvió para resguardar la pizza cuando comenzó a llover.
Un grupo de chicas, que no cesaba de entrar y salir de la escuela con botellas de gaseosas, vasos descartables y antes con las pizzas, comentó que esa actividad les permitió "trabajar en equipo, unirnos más". Mientras que la docente Bibiana Toledo -una de las autoras del proyecto- contó que sus alumnos de tercer año estaban cansados de ser "rotulados" por los barrios donde viven, entonces de esa situación surgió la idea de unir a toda la escuela haciendo una pizza muy larga con la intención de que los chicos se unan y se sientan cómodos.
Ayer participaron de la gran "pizzeada" los chicos de la escuela especial Feyes, además de alumnos de un colegio del departamento de San Carlos que realizaba una actividad integradora, como también los chicos de las escuelas primarias Rodolfo Iselín y 25 de Mayo, quienes articulan con este establecimiento.
También, en sintonía con el espíritu de inclusión, el almuerzo contó con la bendición de la mesa de tres referentes de distintos credos, entre ellos el obispo de la Diócesis de San Rafael, Eduardo Taussig. Como la escuela Bianchi tiene la modalidad en humanidades y ciencias sociales, con orientación en inglés, un grupo de estudiantes hizo una oración en ese idioma.
Ingredientes donados
Para concretar esta enorme pizza, la tarea comenzó varios días antes cuando los docentes y los alumnos se pusieron en campaña para conseguir los ingredientes. Así, parte de la harina fue donada y utilizaron recursos de la escuela recaudados en distintas actividades, además de la colaboración de comercios vecinos.
Tras unas breves palabras del director, se invitó a los alumnos presentes y a la gente que pasaba a comer pizza. Como el tránsito estaba cortado en media calzada, los chicos de la escuela colocaban porciones en servilletas y le convidaban a los automovilistas que frenaban en el semáforo de la mano contraria.
La escuela Valentín Bianchi posee una matrícula de 345 alumnos y un plantel de 100 docentes.