Hoy, 30.530.323 argentinos están habilitados a votar en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en las que las fuerzas políticas de todo el país se juegan la chance de competir en las elecciones legislativas del 27 de octubre.
El único requisito para los partidos políticos es superar, sumando los votos de todas las listas que compitan entre sí en cada espacio o frente electoral, el 1,5% de los votos del padrón de cada distrito.
En esta elección debuta además el voto joven, sancionado el año pasado por el Congreso, por el cual se habilita a los chicos de 16 y 17 años a sufragar (incluidos los que tengan 15 y cumplan los 16 hasta la legislativa de octubre).
Del millón de votantes de esta franja etaria, casi 600 mil renovaron su DNI y quedaron así en el padrón electoral. Su incidencia cuantitativa es muy baja -menos del 2%- y resta por ver cuántos realmente irán a las urnas ya que la ley electoral no prevé sanciones para los más jóvenes que se ausenten así como para los mayores de 70 años.
Lo que está en juego ahora es el posicionamiento para la renovación en octubre de la mitad de los escaños de la Cámara de Diputados (127 bancas) y un tercio del Senado (24 bancas). Las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires eligen diputados, pero sólo ocho distritos renuevan sus senadores. Estos son Entre Ríos, Salta, Río Negro, Chaco, Santiago del Estero, Neuquén, Tierra del Fuego y la Capital Federal.
La elección de hoy definirá además las condiciones de fortaleza o debilidad en las que competirán las fuerzas políticas, en cada distrito electoral, en octubre. Sin embargo, son cinco los distritos los que concentran casi el 70% del padrón: la provincia de Buenos Aires (casi el 40%), Córdoba (8,7%), Ciudad de Buenos Aires (8,6%), Santa Fe (8,4%) y Mendoza (4,2%).
En cada uno de ellos se dirimen peleas importantes de cara al 2015 ya que allí muchos dirigentes que aspiran a la Presidencia se juegan su suerte en las urnas.
Es el caso de la provincia de Buenos Aires, donde Cristina Kirchner obligó al gobernador Daniel Scioli -que quiere sucederla- a atar su suerte a la Casa Rosada. Además, en este populoso distrito debuta en las grandes ligas el intendente de Tigre, Sergio Massa, un ex kirchnerista que se calzó el traje de peronista opositor con el objetivo de ganarle al Frente para la Victoria y ser el eje de una reunificación de todo el peronismo bonaerense.
En Córdoba, el gobernador José Manuel de la Sota, que impulsa como primer candidato a diputado a su tradicional socio político, Juan Schiaretti, también pone en juego su liderazgo. Si gana, quedará posicionado para la gran pelea del justicialismo en 2015. En Santa Fe el que juega su aspiración presidencial es el ex gobernador Hermes Binner, que se postula para la Cámara baja. Los sondeos de opinión indican que no tendrá problemas en las urnas.
En Ciudad de Buenos Aires, el presidenciable Mauricio Macri busca ganar por cuarta vez consecutiva y de un modo contundente. Impulsa como senadora a Gabriela Michetti, favorita en las encuestas. Y en Mendoza, el ex vicepresidente Julio Cobos (UCR) se prueba para llegar a la Cámara de Diputados y pretende ganarle al kirchnerismo.
La otra pulseada política interesante se da en Santa Cruz ya que allí el kirchnerismo se divorció del PJ que comanda el gobernador Daniel Peralta y además es el radicalismo el partido que tiene más chances de ganar. Una doble derrota para el Frente para la Victoria será leída como responsabilidad del hijo de la presidenta, Máximo Kirchner, quien forzó la ruptura con Peralta ni bien éste asumió su segundo mandato.
Otras provincias sin gran incidencia electoral son también importantes en estas elecciones porque eligen senadores. En esta Cámara, el Frente para la Victoria pone en juego 15 de las 24 bancas que se renuevan por lo que necesita tener buena performance en las ocho provincias que renuevan senadores.
Salta, donde el kirchnerismo lleva al hermano del gobernador Juan Manuel Urtubey como principal candidato; Tierra del Fuego, donde postula a la diputada Roxana Bertone y Capital, donde busca su reelección Daniel Filmus son las paradas más difíciles para los K.
Aunque el reparto de las bancas se define recién en octubre, una mala performance hoy en las urnas podría comprometer la elección general y poner en un paraguas de dudas el predominio oficialista en el Senado. El cálculo que la oposición hace es que si el kirchnerismo no eleva al menos cuatro bancas su predominio senatorial quedará lejos de poder plantear una reforma electoral que habilite a la Presidenta a ser re-reelecta.
En tanto, en la Cámara baja es la oposición la que pone en juego la mayoría de las bancas, debido a que en 2009 le ganó al Frente para la Victoria. El kirchnerismo y sus aliados tienen 138 legisladores, de los cuales renuevan 51, en cambio, todas las fuerzas de la oposición tienen 119 diputados, de los cuales renuevan 76.
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