Como una auténtica victoria vivió y disfrutó ayer Martín Lousteau el 48% de los votos que consiguió en el balotaje porteño. El candidato de ECO, un partido creado en febrero entre radicales, socialistas y cívicos, puso al Pro -que lleva ocho años en el Gobierno porteño- en una situación incómoda dado que logró acaparar casi todo el voto no oficialista de la principal ciudad del país.
Eufórico, Lousteau habló a las 20,30 de ayer desde su búnker, en el coqueto Palais Rouge de Palermo, y le marcó la cancha al macrismo: “No creemos en polarizaciones caprichosas. No podemos quedar atrapados en opiniones contrapuestas que no saben construir”, lanzó.
Fue un mensaje clarísimo al jefe del Pro, Mauricio Macri, el hombre que desde la oposición busca presentarse como la principal alternativa del kirchnerismo a nivel nacional.
A su lado, Ernesto Sanz, el presidente de la UCR nacional y rival de Macri en la primaria de Cambiemos, aplaudía junto a dirigentes porteños del espacio como Fernando Sánchez (candidato a vicejefe), Roy Cortina, Graciela Ocaña y Manuel Garrido (candidato a diputado nacional por Progresistas, el espacio de Margarita Stolbizer). Elisa Carrió, en cambio, no asistió.
La sorpresa se instaló desde el primer segundo en que la página del escrutinio provisorio mostró una diferencia de sólo un punto con el 24% de las mesas escrutadas. Todos los encuestadores pronosticaban una diferencia a favor del finalmente ganador Horacio Rodríguez Larreta de al menos 10 puntos (o más) y ésta terminó siendo inferior a los 4.
La fórmula Lousteau-Sánchez obtuvo 336 mil votos más que en la primera vuelta de hace quince días (ver página 2) y logró poner en aprietos al Pro, algo que no consiguió el kirchnerista Daniel Filmus cuando compitió contra Macri en 2011 y 2007. “¡Hay que saltar, hay que saltar, de este cagazo no se olvidan nunca más!”, coreaban los militantes enfervorizados.
La performance de Lousteau es todavía más sorpresiva si se analiza que ganó en 9 de las 15 comunas, aunque por diferencias exiguas (sólo en Chacarita sacó 10 puntos).
El Pro, en tanto, se impuso en seis pero en tres de ellas (Recoleta, Palermo y Retiro) sacó ventajas de entre 17 y 30 puntos a ECO, lo que le permitió quedarse con el triunfo final.
“Vamos a hacer una oposición constructiva, esto quiere decir que vamos a señalar todas las cosas que nos parezcan reñidas con la ética”, advirtió Lousteau ante un ejército de militantes que desde abajo del escenario desataban su alegría con el canto “¡A dónde están, a dónde están los que decían que nos iban a bajar!”.
La fuerza ECO se quedó con 7 escaños en la Legislatura y conformará un bloque de 14 miembros y cuenta con 26 comuneros, al tiempo que el macrismo tendrá un bloque de 28 integrantes si se cuenta a la aliada de Confianza Pública Cristina de Aurteneche y el FpV llegó a 13 gracias a las 6 que obtuvo el candidato kirchnerista Mariano Recalde.
En un mano a mano con los periodistas gráficos después de los festejos, Lousteau lanzó más señales al macrismo. Dijo que “llegado el momento diré a qué candidato presidencial apoyaré y haré campaña activa”, manifestó.
Pero como la prensa le marcó que estuvo acompañado por Sanz y que incluso se abrazó con el “margarito” Garrido, Lousteau aclaró: “Se trata de alguien de nuestro espacio”, en alusión al frente porteño que él lidera.
El joven economista confío además que “trabajé por este resultado”. “Esta mañana pensé que la diferencia sería muy chica; lo que pasa es que cuando uno se va acercando quiere ganar”, agregó. Lousteau contó que recibió felicitaciones de Daniel Scioli, el candidato presidencial del FpV y justificó los votos K que ayer fueron a él: “Es la lógica de un balotaje, que la gente elija entre dos por el que tiene más afinidades”.
En el escrutinio final, y con el 48,36 por ciento a su favor, lo que implicó 802.069 votos, surge la pregunta si ECO podrá consolidarse como segunda fuerza en la Ciudad.
Más allá de esto, a Lousteau le quedan dos años de mandato como diputado nacional por la Ciudad y tiene la intención de fortalecer su espacio con sus aliados dentro de la Legislatura porteña para, según aseguró durante la campaña, “defender sus prioridades como seguridad, educación, salud e igualdad.
