Desde que las bolillas decidieron, el pasado 21 de octubre, que Suecia y Portugal se enfrentarían por uno de los cupos disponibles en el repechaje europeo, se supo que uno de los grandes del fútbol mundial, Zlatan Ibrahimovic o Cristiano Ronaldo, no irá a Brasil.
El portugués, hasta hace cuatro meses el jugador más costoso del planeta (94 millones de euros pagó el Real Madrid por él, una cifra que el mismo equipo dejó atrás al contratar al galés Gareth Bale), buscará su tercera Copa del Mundo.
Si bien sus participaciones anteriores no fueron particularmente brillantes, sí ayudó a que el equipo llegara a las semifinales en Alemania 2006. Cuatro años después, ni Cristiano ni Portugal tuvieron una actuación destacada: se fueron de Sudáfrica en octavos.
Portugal no pierde contra Suecia desde 1984, por lo cual, en el papel, es el candidato a avanzar. Sin embargo, en el equipo no lo ven así. “No creo que ninguna de las dos selecciones parta como favorita. Debemos mantener la concentración”, dijo el técnico de Portugal, Paulo Bento.
Los antecedentes en el Mundial de Ibrahimovic (que en el listado histórico de costos de transferencias está de cuarto, gracias a los 69,5 millones de euros que pagó Barcelona a Inter en el 2009) son aún más magros. Apenas tenía 20 años cuando participó en Corea-Japón 2002.
Solo estuvo 30 minutos en la cancha. Y en el 2006 tampoco era titular fijo en el equipo que llegó a octavos de final. Hoy, mucho más maduro y con un talento comprobado, es el punto de referencia de un equipo que quiere revancha tras quedar fuera de Sudáfrica, eliminado por Dinamarca y Portugal.
Zlatanaseguró que “Portugal es favorito”, dijo sin titubear y para sacarle presión a sus jugadores.
