El Rally Dakar, que se celebra desde 2009 en Sudamérica, es para Argentina no sólo “un evento promocional” sino también “una fiesta interna”, declaró el ministro de Turismo del país, Enrique Meyer, durante la presentación de la edición 2014 de la prueba, en la que se bromeó con la presencia del Papa Francisco para la largada.
El director de la prueba, Etienne Lavigne, dijo que está la posibilidad de que el nuevo Papa esté presente. “Es el comentario del momento”, dijo Meyer, quien admitió que el gobierno argentino podría hacer alguna gestión al respecto, aunque afirmó que “tendrá otras cosas más importantes que hacer”.
“El Dakar implica para Argentina y Sudamérica una gran movilización en el interior de cada uno de los pueblos y ciudades en los que la gente se prepara para compartir este evento con los otros tres millones de personas que lo presencian a lo largo del camino, provenientes de otras latitudes”, explicó Meyer a los periodistas.
“En el caso de Argentina es un evento promocional pero también es una fiesta interna y esto también es lo que apoyamos”, añadió.
Argentina volverá a albergar la largada del Dakar-2014, después de que este año partiera de Lima (Perú), pero a diferencia de la última vez, en Mar del Plata en 2012, en esta ocasión la prueba saldrá de Rosario el 5 de enero de 2014.
En la víspera, se concentrarán todos los participantes alrededor del Monumento a la Bandera, donde los vehículos pasarán las verificaciones técnicas y el público podrá ver de cerca a los corredores.
“Nos gusta mucho poder ofrecer la oportunidad y la alternativa de presentar y poder dar a conocer Rosario”, declaró el ministro.
Eso permitirá la llegada en barco de todos los vehículos participantes y, según destacó Meyer, salir desde “una región donde gran parte de la población argentina va a poder estar muy cerca del evento porque es mucho más densamente poblada que otras zonas del país”.
No sólo la largada sino que, por segunda vez, Argentina será escenario de la jornada de descanso, esta vez en Salta, donde Meyer espera que se repita lo ocurrido en Tucumán en 2013, cuando la ciudad de “vistió de fiesta” para recibir a la caravana del Dakar.
Meyer destacó también el gran “impacto económico” que tiene esta prueba “no sólo en las grandes ciudades sino también en los pequeños poblados que visita el Dakar”.
“Hay muchas empresas que trabajan indirectamente con el Dakar y después está toda la hotelería y la restauración”, por lo que se calcula que la prueba “mueve directa o indirectamente unos 95 millones de dólares”.