“Hacía muchos años que no lo hacía. Es una oportunidad interesante, que además pude concretar, ya que dentro de días viajo a Francia. Allí vivo buena parte del tiempo, por eso me gusta mucho conocer la Argentina y saber lo que está pasando en distintos lugares. Cuando recibí la invitación me sentí muy halagada. Siento que puedo y que me gusta transmitir lo que sé”, dice.
Graciela Galán es licenciada en Escenografía en la Universidad de La Plata. Luego fue becada en Francia. En 1980 recibió el Premio al mejor trabajo escenográfico con “Boda Blanca”, en el Festival Cervantino de Guanajuato.
Entre sus trabajos se destaca “Rayuela” (Premio María Guerrero), “Comedias Bárbaras” (Premio Mejor Espectáculo de 1991 en el Festival de Avignon), “Seis personajes en busca de un autor” (Premio ACE), “Rápido Nocturno” (Premio Florencio Sánchez).
Pero respondiendo a su versatilidad y a lo que llama “aceptar los desafíos que la vida coloca delante del fluir”, ha trabajado en la ópera, diseñando escenografías y trajes para el Teatro Colón y la Opera Bastille de París.
Ambos sitios son parte de la élite de la lírica del planeta. Pero si algo faltara en su carrera, Galán también ha incursionado en el cine, a la hora de haberse encargado de los diseños de trajes para las películas de María Luisa Bemberg.
Desde los años 90 su trabajo es regular, a ambas orillas del Atlántico, y así se reparte entre Francia y Argentina. Es una diseñadora a la vieja usanza, esto es, no dibuja en computadoras. E insiste en que todo se basa en la curiosidad.
"Ese aspecto es ineludible en la formación profesional, aunque también se amplía al resto de la vida", asegura. "Si uno no se hace preguntas, si uno no siente la inquietud por descubrir, por aventurarse, eso es una mala señal. Creo que es lo único importante que de verdad puedo transmitir".
En 2009, Graciela Galán se destacó por varios de sus trabajos. En “Tío Vania”, de Tchekovm en el Theatre Bouffes du Nord-Paris, en “La Cocina”, de Wesker, en el San Martín de Buenos Aires, para “El misterio de dar”, de Griseda Gambaro, en el Teatro Cervantes.
Así, uno puede enumerar muchísimos espectáculos y participaciones de la escenógrafa, en puestas donde la comunión con sus directores ha dado todo un lenguaje visual al arte escénico.
Galán ha estado al servicio de la mejor dramaturgia argentina. Y ella cree en esos “romances”, citando los que la han encontrado con Mauricio Wainrot (con quien estrenó hace un mes “El barbero de Sevilla”, en el Colón), hasta el más contemporáneo Alejandro Tantanian (con quien idearon el encapsulamiento de Soledad Silveyra para “Nada del amor me produce envidia”, obra escrita por Santiago Loza).
Su paso por Mendoza le recordó cuando ella se dedicaba a la docencia, puesto que su plan aquí fue dedicarse a estudiantes, en su mayoría aquellos que han elegido la escenografía como objetivo profesional.
A mediados de la década del 70, fue Profesora de Vestuario y Escenografía en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Y también en la Escuela Superior de Arte Dramático Nacional (1974-1977) y luego en la Escuela Superior de Bellas Artes (1985).
Galán posee una casa en el Tigre. Se siente cada vez más despojada. Y desde allí prepara sus diseños. Dice que es su lugar en el mundo. Y asombra oírla hablar de sus incursiones por el Oriente del mundo.
De esos viajes se ha contagiado de cierta intensidad y rigor y asombro por lo desconocido. Prepara un viaje por el Pantanal, extenso y casi científico, pues también se aboca a la lucha por la no extinción de ciertos ejemplares.
Pero lo que asombra, al final, es que la única obra de arte que tiene con ella, en su refugio en aquel delta cuyas aguas son del color del león, como afirma Borges, es un cuadro del pintor mendocino Egar Murillo.
Dice que apenas lo vio, la traspasó. Todo el resto de cuadros, esculturas y dibujos se los he dado a mi familia. “Pero este es mío”, cuenta.
“He tenido muchos asistentes míos que ahora ya trabajan de modo independiente. Y eso me enorgullece”, culmina. Pero siempre hay una pregunta más.
-Sos una figura central en la escena, con una trayectoria muy significativa. Incluso hasta el día de hoy.
-Constante, diría yo (risas). Nada más que constante.
En tres líneas
1- Graciela Galán es una escenógrafa y vestuarista argentina de larga trayectoria nacida en La Plata.
2- Estudió escenografía en La Plata, en 1972 y ganó la beca del gobierno francés para estudiar en el Instituto de Estudios Teatrales de la Universidad de París entre 1972 y 1974.
3- Se destacó en un principio por sus vestuarios para posteriormente pasar a la realización de escenografías en obras de teatro experimental y de repertorio de autores como Pirandello, Chejov, Shakespeare, Ibsen, Edward Albee y otros.