Gordon: carisma y marketing

Desde que el Rally Dakar se corre en Sudamérica, un piloto se ganó al público desde el primer minuto. El norteamericano Robby Gordon y su poderoso Hummer naranja flúor, entraron por la puerta grande de un público apasionado.

Con declaraciones explosivas, maniobras jugadas y saltos espectaculares, continúa sumando adeptos. En esta nueva edición, el piloto no sólo no se conforma con sacarse fotos y firmar autógrafos, sino también que ahora le encontró el lado comercial a tanta atracción.

Por si le hiciera falta, tiene un excelente pasar económico, Robby no sólo cargó en sus camiones de asistencia los repuestos para arreglar su vehículo después de cada etapa, sino también cientos de remeras, gorros, buzos y pequeños Hummer a control remoto para comercializar.
 
Como el público en general no tiene acceso al vivac, los clientes de Gordon terminaron siendo, en su gran mayoría, otros pilotos o integrantes del resto de los equipos. Quien quería quedarse con una remera oficial tenía que pagar 25 dólares, 50 por un buzo, 15 por un gorra y  300 por el mini Hummer a control remoto. ¿Hacía falta Robby?

Tuvo un día complicado

Gordon ayer estuvo a los tumbos, volcando en el kilómetro 29 de la especial y perdió buena parte de la mañana intentando dar vuelta su vehículo y ya en carrera tuvo que detenerse por problemas de radiador en el motor.

"Salimos segundos y lo hicimos a buen ritmo. En un momento dado, al encarar lentamente lo alto de una duna, el coche se ha hundido de golpe y se ha posado sobre el morro. Tenía la esperanza de que cayera sobre las ruedas, pero parece que eso era pedir demasiado", comentó Gordon en sus primeras declaraciones a la prensa cuando llegó al vivac de Arequipa.

Luego, el estadounidense comentó que " terminamos posados sobre el techo, con el parabrisas y, sobre todo, el radiador, destrozados y eso que la vuelta de campana se produjo a menos de 10 kilómetros por hora. Esperamos a que nos trajeran uno nuevo y después hemos continuado con la especial, en lo que ha sido un fin de etapa larguísimo".

Para el final, dijo: "Estamos viviendo un rally terrible. Nos persigue la mala suerte. Veremos si seguimos o no en carrera". Gordon quedó 43 en la tabla general.