Cuando hablamos de seguridad informática lo primero que se nos viene a la mente es un método que ha estado con nosotros desde hace más de 50 años, la famosa contraseña.
Las passwords se idearon como una respuesta lógica a una problemática muy común de la computación: ¿Cómo hace la máquina para identificar al usuario y saber que este es quien dice ser?
Pero las claves están en decadencia. Los usuarios suelen utilizar claves inseguras, repetidas a lo largo de servicios, anotadas en cualquier lugar y hasta compartidas con otras personas. Google quiere ponerle fin a esta problemática, y presentó una forma de iniciar sesión sin tener que escribir esta secuencia a la que estamos acostumbrados.