Uno creería que las empresas que compiten ferozmente por el dominio de los distintos rincones del mundo tecnológico no trabajan juntas, pero estamos equivocados. Los gigantes del software suelen participar activamente en proyectos mutuos cuando estos significarán un beneficio para todos.
Apple, Microsoft, Google y Mozilla son los fabricantes de los cuatro navegadores de Internet que dominan el 99% de las computadoras del mundo (Safari, IE, Chrome y Firefox respectivamente). Las empresas líderes se unieron para desarrollar una solución que aplaque uno de los problemas más significativos que tiene hoy día la navegación web: su velocidad.
El ancho de banda requerido para usar Internet con normalidad ha crecido exponencialmente en los últimos 10 años. El contenido es cada vez más rico en recursos como video, audio e imagen, lo que requiere que cada vez más necesitemos incrementar el caudal de transferencia posible. El problema es que la tecnología relacionada a los servicios y dispositivos que proveen acceso a las redes avanza mucho más rápido que la capacidad de mejorar la velocidad de las mismas.
Pero ¿Cómo mejorar las transferencias si aún no podemos aumentar la velocidad de Internet al ritmo necesario? Microsoft, Mozilla, Google y Apple parecen tener la respuesta.