Pleno invierno en Mendoza. En días en los que se han registrado las temperaturas más bajas de la estación –como los de comienzo de esta semana- todavía quedan algunas hileras de viñedo sin cosechar y el momento se presenta ideal para esta labor.
En la finca de Gualtallary (Tupungato), perteneciente a la Bodega Rutini, realizaron, días atrás, una cosecha de invierno tardía de las últimas 10 hileras de su viñedo. El objetivo de esta espera para levantar la uva estuvo relacionado al hecho de que hubo una demora en la pudrición justa del fruto.
El ingeniero agrónomo Gonzalo Videla, jefe de Viñedos en Rutini, explicó en qué consistió esta cosecha en julio y cuáles son las expectativas del equipo enológico sobre el resultado de los vinos que se pueden lograr con estas uvas.
-¿Cuál fue el objetivo de esta cosecha de invierno tardía?
-Es la primera vez que hacemos esta cosecha en julio. Normalmente, para lograr vinos tardíos como nuestro Vin Doux Naturel que se elabora con uva botritizada (podredumbre noble), cosechamos en mayo. Este año, gran parte se cosechó ese mes y ya está elaborada en su totalidad.
-Y dejaron algunas hileras para julio…
-Sí. Quedaron 10 hileras del viñedo. Este año notamos que costó mucho que la uva se pudriera; entonces embolsamos los racimos para acelerar ese proceso. Como no dejamos las bolsitas bien cerradas, entraba aire y eso también favoreció a su pudrición; La poca lluvia y las pocas nevadas también favorecieron porque en cada bolsita se acumuló dos o tres centímetros de agua. Se creó un ambiente húmedo, ideal para que se pudriera. Aparte de ser una cosecha muy tardía es la primera vez que la hacemos así.
-Para lograr esta cosecha, ¿hay un trabajo o cuidado especial sobre el viñedo?
-Básicamente hay que producir humedad en el ambiente. Esto lo logramos rociando con agua los racimos el mayor tiempo que se pueda. Pulverizamos el viñedo mañana, tarde y noche, todos los días.
-¿Cuáles son los planes para esa uva?
-Cosechamos verdicchio, gewürztraminer y sauvignon blanc. Con todo, que será aproximadamente, 1.500 kilos de uva (unos 450 litros) vamos a hacer dos barricas para prueba. Si Mariano (Di Paola, director de Enología de Rutini Wines) y el equipo están conformes y se puede reproducir, el año que viene haremos el mismo procedimiento para diez barricas.
-Si las pruebas salen bien, ¿piensan comercializar esta cosecha?
-Sí, por supuesto. Todos estos vinos tienen una acidez volátil alta; no es una elaboración fácil. Pero se puede pensar en un vino para una de nuestras líneas, como Apartado o Antología. Seguramente, iría gran parte para mercado interno y una partida para Sudamérica. Normalmente, estos vinos son para Argentina.
-¿Su precio estimado?
-Son vinos caros. Superaría los mil pesos, sin dudas. Son vinos complejos.
-Es la primera vez que hacen una cosecha en julio. A la vez, Rutini es pionero en la elaboración de vinos con uvas botritizadas.
-Sí. Mariano Di Paola empezó a hacer esta clase de vinos en 2001 o 2002 con uva botritizada y cosechada en mayo. La idea de hacer el Vin Doux Naturel nace en 1998; el peor año para la cosecha en cuanto a sanidad. Esa cosecha y la siguiente las tuvimos que tirar; recién con el tercer intento, en 2000, se logró y desde allí, casi siempre hasta ahora.
Se hacen cosechas sin botrytis; por eso, en bodega Rutini nos distinguimos. Nuestro enólogo es fanático de este estilo de vino tan europeo. Las pruebas están en algunas de nuestras etiquetas como el Encabezado Malbec Dulce.
