Quería estar en la segunda fecha, pero no sabía cómo. Su Chevy no estaba en condiciones para dar pelea después de aquel despiste en la carrera de la apertura. Debía invertir mucho dinero para recuperar el potencial demostrado en los ensayos y la clasificación durante la primera fecha, algo que era imposible. Entonces, no tuvo mejor idea que pedir el Falcon a su padre, quien también compitió en el arranque.
Luis pensó profundamente primero y luego aceptó la propuesta de su hijo. Coky Belvedere trabajó fino en el impulsor y Gonzalo Palau salió a pista con apenas un par de vueltas dadas en una prueba libre.
Identificado siempre con la marca del moño dorado y ganador de dos competencias en el historial (el 31 de agosto y el 30 de noviembre de 2014 ante su gente) el hombre del TC Cuyano tuvo su primer contacto oficial con el Ford de su papá sobre un circuito complicado a raíz de la lluvia que reinó días antes de la programación y por momentos sobre el autódromo de San Martín.
En clasificación, el local fue el mejor del óvalo azul al quedar cuarto, detrás del Torino de Marcos Serra y los Chivos de Yoni Paci y Miguel Ismael.
Hombre ligado desde siempre a los viñedos y las bodegas con sus familiares (entre ellos el padre), Gonzalo buscó hacer historia en el Gran Premio Vendimia por primera vez. A pocos kilómetros de la empresa vitivinícola que lleva adelante Luis, la planta motriz del “Forcito” rugió bien fuerte en el desarrollo de la carrera que ayer cerró la 66ª edición de la tradicional prueba del Automóvil Club Mendoza.
Pero mucho más se sintió después de caer la bandera cuadriculada sobre la unidad de color amarilla que, justamente, lleva publicidades identificadas con el vino. Palau festejó a puras aceleradas en la vuelta de honor al ganar una final que se simplificó con el despiste entre el poleman Serra y Paci en el curvón.
Manteniéndose detrás de Diego Ruiz, lo ejecutó a la salida de la “ese” y de ahí en más fue inalcanzable pese a sufrir con la rotura del pontón derecho que tocaba sobre el pavimento.
Detrás fue lucha entre Ruiz e Ismael, quienes llegaron separados por escasa diferencia.
Palau, conocedor del buen champán, lo disfrutó como nunca en lo más alto del podio mientras abajo aplaudía su familia, entre ellos su padre y los hijos que siguen sus pasos compitiendo en el karting. Así, el Vendimia quedó en manos del mejor cosechador del Este.
Gonzalo Palau, ganador en TC Cuyano: "Mi corazón sigue siendo de Chevrolet"
Hizo patinar el auto sobre un charco de agua en parque cerrado. Al bajarse del mismo, trepó al techo para celebrar. “Esto es para los de Ford, que dicen que el Falcon no puede ganar en TC Cuyano. Demostré que se puede”, tiró Palau.
Separado por la tela perimetral, Gonzalo saludó a su familia y se fundió en un abrazo con su padre. “Ahora no te lo doy más. Es un misil”, lanzó el ganador a lo que Luis respondió: “Y vos me tendrás que prestar la Chevy; ahí veremos quién es mejor”. Fue todo alegría para el clan Palau.
Más adelante, Gonzalo sostuvo que “es increíble lo que sale de abajo el Falcon. De todas maneras, mi corazón sigue siendo de Chevrolet. No sé con cuál correré la próxima. Habrá que definir con mi viejo”.