“Desde que se fue Martín Ríos que no tenemos un arquero que nos de tanta confianza. Qué bueno que es Gonzalo Gómez”, esta frase retumba en cada pasillo del estadio Omar Higinio Sperdutti. Es que aquel arquero, nacido en Arrecifes y que defendió los tres palos Cruzado en 2010, dejó un grato recuerdo. Es más, hasta el día de hoy, es dueño de todos los corazones Cruzados.
Sin embargo, a principios de año llegó desde Rodeo de la Cruz, Gonzalo Gómez. Ese arquero que debutó en los torneos Federales en la temporada 2005-2006 defendiendo los colores de Argentina Altos Hornos Zapla (Palpalá). El DT Cruzado Andrés Villafañe lo quería sí o sí en su equipo.
Por esta razón, los “popes Cruzados” no dudaron y rápidamente llegaron a un acuerdo. Y el hombre nacido en la provincia de Jujuy cumple con creces. Desde que debutó en el clásico ante Gutiérrez Sport Club demostró toda su jerarquía. Los números de la temporada lo avalan: 8 partidos, un sólo gol en contra.
Es decir, que en 720 minutos de juego, su valla sólo fue vencida en una sola oportunidad. Fue contra Talleres de Córdoba en la quinta fecha, cuando a los 10 minutos de juego y tras una pelota parada, Adalberto Goiri le robó el invicto. Fue la única derrota del Botellero en el certamen.
Cada vez que pisa el campo de juego de calle Vergara, recibe una cataratas de aplausos desde las tres tribunas que ocupan los simpatizantes del Cruzado.
¿Sus virtudes? Son muchas. Tiene una gran intuición de juego. Rápido de piernas, sabe con la pelota en los pies. Gran poder de salto y con su voz ordena la defensa en todo momento. Finalizado el juego ante Sportivo Las Parejas, Gonzalo Gómez llegó a los 350 minutos sin recibir goles. Impresionante.
En diálogo con Más Deportes, afirmó: “es muy importante tener este tipo de rachas. Es positivo para uno en lo personal, pero principalmente para el equipo. La defensa está muy sólida y permite este tipo de situaciones. En lo personal, me siento feliz por lo que estoy pasando, pero lo más destacable es la actitud del equipo. Sin dudas, este tipo de triunfos son grandes muestra de carácter”.
