Uno de los aspectos más ponderados del ejercicio democrático es el disenso, expresado a través del debate y la fundamentación ideológica, que tiene al Congreso nacional como principal ámbito de realización, adonde muchos quieren llegar, precisamente para defender sus ideas y proyectos, en representación de sus partidos.
Sin embargo no parece ser ésa la idea perseguida por algunos de los diputados nacionales mendocinos que figuran entre los que menos hablaron durante 2012, como los justicialistas Dante González y Omar Félix que, juntos, apenas alcanzaron las 1.120 palabras en todas las sesiones del año pasado.
Así se desprende de un ranking elaborado por el prestigioso semanario Parlamentario.com, en el que también se destacan otros legisladores locales que tuvieron un pobre desempeño oral en el recinto, como la camporista Anabel Fernández Sagasti o el demócrata Roberto Pradines e incluso la radical Mariana Juri, todos muy lejos de los que más alocuciones tuvieron.
Por el contrario, el peronista federal Enrique Thomas sobresalió como el mendocino que más habló, ocupando el undécimo puesto con más de 15 mil palabras en todo el año, aunque muy lejos de los primeros lugares: el presidente de la Cámara, Julián Domínguez, con 42.021 palabras; y el jefe del bloque del FPV, Agustín Rossi, con 34.991, encabezan la lista.
Si bien es cierto que los mendocinos menos habladores no tienen el paupérrimo desempeño de los 14 diputados que no dijeron ni una sola palabra en todo 2012, llama la atención la escasa participación oradora de algunos destacados políticos.
Es el caso del dirigente sindical petrolero Dante González, quien fue reelegido en 2011 y que ha sabido tener una importante participación legislativa, sobre todo en defensa de su sector gremial.
El autodenominado "Dante de la gente", que desplegó una fuerte campaña personal hace un año y medio por su reelección, sólo dijo 507 palabras en las 23 sesiones que hubo durante 2012, ocupando el 212° lugar en el ranking de oradores.
Otro caso llamativo es el del sanrafaelino Omar Félix, quien finaliza su mandato en diciembre de este año y que, dado el cada vez más alto perfil que le está imprimiendo a su sector interno, la Integración Peronista, podría estar aspirando a la reelección en las legislativas de octubre próximo.
En ese sentido, podría esperarse del ex intendente de San Rafael un desenvolvimiento más expuesto en el recinto. Sin embargo fueron apenas 613 las palabras que emitió en la Cámara, quedando en el puesto 204.
Por su parte, Anabel Fernández Sagasti, quien suele no hacer declaraciones públicas, por lo que no causa sorpresa su bajo perfil orador, quedó en el 133° puesto, con 2.455 palabras en todas las sesiones en las que participó. En este caso podría haber cierta justificación en la inexperiencia de la diputada de La Cámpora, quien no cuenta con marcados antecedentes políticos.
Pero tal vez la experiencia no sea una vara adecuada para medir la participación en el recinto. Es que muy cerca de la representante de La Cámpora, sólo cinco lugares más adelante, se ubicó un curtido referente de las lides políticas, el demócrata Roberto Pradines, quien pronunció 2.547 palabras en 2012.
Apenas por delante, en el puesto 125, con 2.679 palabras, se posicionó la radical Mariana Juri.
El resto de los mendocinos se ubicó entre los cien primeros puestos, como el nombrado Thomas (11° lugar), Guillermo Carmona (65°), Jorge Albarracín (70°), Omar De Marchi (87°) y Enrique Vaquié (92°).
Es cierto que el pedido de la palabra en las sesiones no significa falta de trabajo ni de participación legislativa, pero sin dudas constituye una excelente carta de presentación para cualquiera que quiera debatir y defender los intereses de quienes lo llevaron a ocupar una banca en el Congreso nacional.