La primera ovación de la tarde se la llevó el número 10 del Club Deportivo Morón, Gastón González, quien recibió el reconocimiento de toda la familia de la Lepra. Llegó al club "sin ruido ni chapa" en el año 2016 y se quedó en la "catedral del fútbol mendocino" durante dos temporadas. Por su fútbol y personalidad, dejó su huella en la institución y los hinchas, directivos, ex compañeros, empleados, no se olvidan.
Antes del inicio del partido, los directivos del Azul le entregaron una camiseta del club y recibió aplausos de las cuatro tribunas. El volante creativo, marcó el gol del empate de Morón, no lo gritó e inmediatamente pidió disculpas. Cuando fue reemplazo en el segundo tiempo, todo el estadio se puso de pie y lo volvió a ovacionar. Sin dudas, González dejó su huella en el Bautista Gargantini.
Confusión con el horario: sorprendió y mucho que a la hora del puntapié inicial, las tribunas del Gargantini lucían vacías. Sin embargo, con el correr de los minutos, los hinchas empezaron a llegar y coparon las cuatro gradas. Confundió el horario de inicio, ya que en un primer momento desde AFA salió publicado a las 19.30. Luego, el mismo se rectificó y quedó señalado para las 18.30. La gente que estaba en los alrededores del estadio, escuchó los gritos, apuró el paso y muchos ingresaron cuando el partido ya estaba 1-1.
Así continúa el camino de la Lepra: el próximo fin de semana, Independiente Rivadavia cumplirá con su fecha libre. Por lo tanto, volverá a jugar en el capítulo N° 18 y visitará a Quilmes en el estadio Centenario. Luego, en la fecha 19, será local de Sarmiento de Junín, por ahora, el único líder de la Primera B Nacional. Es decir, que el Azul volverá a jugar en Mendoza dentro de 21 días.
Una versión de Gómez, totalmente desconocida: corría el minuto 35 del PT, el Azul estaba perdido en el campo. Rifaba la pelota y no presionaba. Una vez, dos veces, tres veces y explotó Gabriel Gómez, quien empezó a gesticular y a gritarle a sus jugadores. Descontrolado y desconocido. El entrenador Azul trató de despertar a sus jugadores que habían perdido la brújula del encuentro y estaban muy lejos del nivel mostrado en los primeros 14 minutos, hasta el gol del empate de Morón.
Quinta amarilla para Federico Castro: tras una excelente jugada individual, Federico Castro, ganó a pura potencia, remató y el balón se fue por arriba. De inmediato, el delantero protestó reclamando un falta que no existió y se ganó el cartón amarillo. Llegó a la tarjeta número 5, por lo tanto no podrá jugar ante Quilmes.
Cumplió y ahora vuelve Mauricio Asenjo: después de tres fechas, Mauricio Gabriel Asenjo, podrá volver a estar a disposición del entrenador Gabriel Gómez, quién ya que cumplió con las tres fechas de suspensión, tras ser expulsado con roja directa en el último partido del 2018, cuando Independiente cayó por 2-0 con Temperley. El delantero se perdió los primeros tres juegos del 2019.
