“Creo que la independencia es el centro de toda la actividad judicial. Un juez debe tener conciencia y sabiduría”, destacó el flamante ministro de la Suprema Corte, Julio Gómez, seis días después de que el Senado aprobara sus pliegos por un voto. “El Poder Judicial de Mendoza es un modelo de independencia, y todos nos tenemos que esmerar en preservarla”, subrayó el nuevo ministro de la Corte, que consiguió aprobaciones en el Frente para la Victoria (FpV) y Unidad Popular (UP -amstucismo-) y rechazos en la UCR, el Pro y un senador del PJ.
“Estoy convencido que el juez, cualquiera sea su competencia, debe ser absolutamente independiente. Porque si el juez no defiende su independencia respecto de cualquier condicionamiento, el Poder Judicial carece de sentido y pierde la razón misma de ser, que es asegurarle a toda persona cualquiera sea su condición, el imperio del Derecho”, remarcó en su primer discurso.
Al parecer, respondió a las dudas sobre su imparcialidad que remarcaron los senadores del radicalismo, dado su origen justicialista y su historia como subsecretario de Justicia y senador provincial del PJ.
El ingreso de Gómez en la Corte, en lugar de Carlos Bohm (que había ingresado bajo la administración de Arturo Lafalla y se acogió a la jubilación) no modifica la relación de fuerzas dentro del máximo tribunal. Allí conviven un ‘ala radical’ de cuatro integrantes y otra ‘justicialista’ de tres, de acuerdo con el color político de la gestión que auspició cada uno de sus ingresos.
Bajo administraciones radicales (Llaver, Iglesias y Cobos) se incorporaron a la Corte los ministros Pedro Llorente, Jorge Nanclares, Herman Salvini y Alejandro Pérez Hualde. Mientras que bajo gobiernos justicialistas (Jaque y Pérez) lo hicieron Mario Adaro, Omar Palermo y -ahora- Julio Gómez.
A diferencia de lo que ocurre en la Justicia Federal, para el nombramiento de un integrante de la Corte basta con una mayoría simple de 19 votos en el Senado, mientras que en la Nación se requiere una mayoría especial de dos tercios, lo que hoy impide completar ese tribunal.
Gómez asumió luego de que la Cámara Alta rechazara a la aspirante que lo antecedió (Miriam Gallardo) a raíz de que tres senadores del PJ se sumaran a la negativa.
Ya tiene lugar
Gómez pasó a integrar la Sala I (Civil y Comercial) del máximo tribunal, junto a Nanclares y Pérez Hualde. “Este es un tiempo de agradecimientos, y quiero acentuar un reconocimiento al Gobernador ya que debo poner de manifiesto que cuando me expuso su propuesta para postularme como juez de la Corte no expresó condicionamiento alguno, consejo o alguna sugerencia acerca de lo que esperaba de mi actuación. Es eso lo que me persuadió para aceptar tamaño desafío”, expresó Gómez en su discurso en el salón de actos de Tribunales.
Consultado sobre su opinión en torno al rol de la Suprema Corte en la definición de los planteos sobre el tipo de boleta autorizada al Partido Demócrata en el Tercer Distrito, eludió una definición: “No tengo conocimiento de la causa. Si me toca integrar voy a ponerme a estudiar todos sus antecedentes”, manifestó, admitiendo implícitamente la posibilidad de no excusarse.
También se manifestó en favor de una Justicia más ágil mediante mecanismos “de gerenciamiento, juzgados de gestión asociada y resolución por mediación que ofrezcan soluciones antes de los juicios”.
A su turno, Francisco Pérez remarcó que “el acto es importante porque la Suprema Corte queda con todos sus miembros para impartir Justicia”.
Mientras que el titular de la Corte Llorente dio la bienvenida a Gómez de quien destacó que “no le va a resultar ajeno el funcionamiento del Poder Judicial, ya que en su actuación, años atrás, como subsecretario de Justicia de la Provincia pudo trabajar proyectos con el Poder Judicial que luego se transformaron en realidades y tuvieron un final feliz”.
Agregó que “sé que Gómez colaborará para mejorar el funcionamiento de este Poder” e ingresa “a una Corte que tiene ganado su prestigio por fallos a nivel provincial y nacional”.
Julio Ramón Gómez tiene 63 años, es especialista en Derecho Administrativo y Derecho Privado. En los últimos 18 años se desempeñó como director de Asuntos Jurídicos y secretario relator del Tribunal de Cuentas y -hasta la semana pasada- ocupó la presidencia del Tribunal de Etica del Colegio de Abogados de Mendoza.