Sorprendió a su víctima de noche, cuando se aprestaba a subir a una camioneta. Para hacerse del vehículo golpeó hasta dejar hospitalizado al propietario y emprendió una veloz huida a bordo del rodado. Pero a unas 30 cuadras volcó el vehículo y debió escapar a pie.
La secuencia ocurrió durante los primeros minutos de este miércoles en Guaymallén, según precisaron fuentes policiales. Raúl Marín se disponía a subir a su Chery Tiggo que había dejado estacionada en la esquina de Alberdi y Aristóbulo del Valle, a metros del canal Cacique Guaymallén, pero fue sorprendido por un violento delincuente.
Lo curioso del hecho es que el asaltante no llevaba armas, según indicaron las fuentes. Al parecer, el ladrón se valió de la fuerza de sus puños o de algún objeto contundente para atacar a la víctima de 63 años. Mediante contundentes amenazas y golpes logró que Marín no pudiera hacer nada por impedir el atraco.
Así, el delincuente dejó tirada a su víctima, subió a la moderna camioneta y se alejó manejando a toda velocidad.
Marín fue asistido en el lugar por una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado, una vez que pudo denunciar el violento asalto. El médico diagnosticó que había sufrido un traumatismo de cráneo. Luego fue trasladado a la Clínica Francesa, donde recibió mayor asistencia.
Mientras el automovilista asaltado era asistido, el ladrón continuaba su marcha por las calles de Guaymallén. Pero a unas 30 cuadras del lugar del hecho, perdió el control del volante y volcó.
A raíz del siniestro, que ocurrió en el cruce de Gomensoro y Araujo, el motor se prendió fuego. Por eso el asaltante tuvo que descender del vehículo y continuar su fuga a pie aunque logró no ser detenido, describieron las fuentes consultadas.