Un joven de 19 años fue atacado por una patota en Neuquén. Si bien al principio se creyó que fue por un robo, luego se supo que lo golpearon y hasta intentaron prenderlo fuego por homofobia.
La paliza se produjo el sábado, a las 8 de la mañana, detrás del Museo Nacional de Bellas Artes. Braian, de 19 años, había acompañado a una amiga a su casa y luego siguió solo hasta la parada del colectivo.
A pocas cuadras de llegar a su destino, dos sujetos desconocidos bajaron de un Volkswagen Polo, le exigieron su celular, pero él se negó y lo subieron al auto. Allí, los jóvenes comenzaron a propinarle puñetazos hasta que en un momento lo rociaron con pintura en aerosol en la boca y en otras partes del cuerpo.
"En un momento pensé que me iban a matar, no entendía el por qué de la situación", comentó Braian a diario La Mañana de Cipolletti. El joven logró zafar de sus agresores y se tiró del auto. Con miedo a que lo siguieran, el joven corrió hasta la calle Perito Moreno y allí recién pudo tomarse el micro hasta su casa.
Como forma parte de la Organización Juvenil del Oeste (OJO), Braian pidió ayuda al director y la psicóloga de la ONG. "Fue una situación de abuso de poder y de homofobia", explicó el director de la ONG, Gerónimo Lombardo, quien aseguró que no es la primera vez que el chico es atacado por su orientación sexual y que por ello es blanco de "mucho bullying".
Si bien el mismo aerosol provocó algunas quemaduras en su cuello y en el hombro, el joven agredido no denunció ni fue al hospital por malas experiencias anteriores.