De la misma manera que la Policía incrementa su presencia en diferentes zonas de la provincia, sumando móviles y última tecnología, la delincuencia también genera cambios. Desde hace un par de años, los protagonistas de asaltos a mano armada y "entraderas" buscaron nuevos horizontes y este tipo de hechos se multiplican en las zonas rurales, donde la presencia policial es esporádica.
Así lo señalan los reiterados reclamos de los vecinos de Los Corralitos, La Primavera y Colonia Segovia, entre otras zonas que mutaron de fincas y chacras en barrios, casas de fin de semana y complejos cerrados.
Este hecho tuvo su inicio la mañana del último día de abril, cuando una pareja fue abordada, golpeada, atada y encerrada en una habitación, lo que le permitió a los delincuentes "trabajar" con suficiente tiempo dentro de una vivienda de calle Ferrari, en el interior del barrio Los Toneles en Guaymallén.
Eran poco más de las 10 de la mañana cuando Carlos Mario Aguirre y Antonia Juana Baños, desde la vereda observaron la presencia en la calle de una camioneta VW Saveiro, de donde bajaron tres sujetos vestidos de azul que se presentaron como "policías de drogas".
Rápidamente la pareja fue llevada al interior de la casa, donde golpearon al hombre, para después atarlo junto a la mujer, encerrándolos en una habitación.
Con tranquilidad los ladrones lograron encontrar lo que habían ido a buscar: 11.000 dólares (unos 480.000 pesos al cambio oficial de ayer) que Aguirre y Baños habían guardado tras concretar una operación de venta de una propiedad.
A ese monto, en la denuncia concretada al filo del mediodía en la comisaría 35 de Rodeo de la Cruz, agregaron unos 8.000 pesos que también formaron parte del botín. Además robaron un revólver calibre 22 y una escopeta calibre 16, indicaron fuentes policiales.
Los asaltantes también se hicieron de algunos electrodomésticos que prolijamente colocaron en la camioneta en la que habían llegado.
Ese tipo de “mudanza” sorprendió a un vecino que prestamente se acercó para colaborar, pero terminó encerrado, golpeado y sin su teléfono celular.
El resto es un calco de todo atraco: a toda velocidad el trío desapareció de la escena y hasta ahora no ha sido identificado, aunque la investigación estaría orientada hacia un "datero" que sabía de la venta y que los dólares estaban de la casa.