Golpean a un abuelo para sacarle dinero que no tenía

Golpean a un abuelo para sacarle dinero que no tenía

Un hombre de 63 años y su familia fueron asaltados el viernes por la noche en su casa, ubicada en una zona rural de San Martín, por tres delincuentes armados. Las víctimas fueron golpeadas, atadas y amenazadas con armas de fuego hasta que finalmente y sin conseguir nada de valor, los ladrones escaparon en medio de la noche. No hay detenidos.

"Estábamos mirando televisión y jugando con mi nieto. Le había dicho a mi esposa que sirviera la cena porque tenía ganas de irme a dormir", recordó Hugo Andrada, que tiene un pequeño terreno en el callejón Martínez donde levantó su casa, una de las pocas que hay en esa zona, cercana al barrio Santa Lucía.

Andrada cultiva esa tierra y también tiene un par de caballos para tirar de un carro y así, con lo que consigue haciendo changas, es como el hombre alimenta a su esposa, a su hija de 19 años y a su nieto de año y medio.

"Y fue en ese momento cuando veo que abren la puerta y que se me mete un hombre a la casa. Era un muchachón de unos 25 años, que venía armado y con la cara tapada", contó el hombre. El ladrón le ordenó a Andrada que se tirara al suelo y a su esposa que le diera el dinero: "Rápido o lo quemo a tu marido", amenazó el delincuente.

Atrás de ese primer ladrón entró otro más y un tercero quedó de campana, en la calle oscura. "No sé qué plata querían porque en la casa no hay, apenas si tenemos para comer cada día nomás", explicó Andrada y contó lo feo que la pasaron: "Me amenazaban, le ponían el revólver en la cabeza a mi pobre nietito y me pedían la plata, pero yo les decía que no había, que tenían que creerme".

Entonces, molestos porque el robo se estaba frustrando, los delincuentes la emprendieron a patadas con el hombre que, tirado en el suelo, se cubrió como pudo. Igual, le dejaron moretones en la cara, las piernas y la espalda.

"Al rato entró el tercero y les dijo a los otros dos que ya era hora de irse y se fueron. Uno intentaba atarme las manos con un alambre, pero lo dejó y se fueron", agregó Andrada:

"Quedamos asustados, más que nada mi señora y la nena. Yo no sé quiénes eran porque no les vi la cara, pero han venido a buscar plata y yo no tenía, sino se la hubiese dado para que se fueran más rápido", finalizó.

No hay detenidos.

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