El descalabro del chavismo en las legislativas de Venezuela amplió la serie de reveses de la izquierda latinoamericana en el último tiempo, síntoma de agotamiento en época de vacas flacas, aunque gobiernos afines al venezolano se mantienen fuertes en Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
Dos semanas después del triunfo del conservador Mauricio Macri en las presidenciales argentinas, la oposición venezolana de centroderecha -que había calificado esa victoria como "inspiradora"- arrasó en las parlamentarias del domingo acabando con una hegemonía oficialista de 16 años.
Lo propio había hecho Macri al poner fin a 12 años de gobiernos sucesivos de Néstor y Cristina Kirchner, a lo que seguiría diez días después un pedido de juicio político contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
"Se ve el desgaste de un discurso que se identificó con la izquierda y las transformaciones, pero que al final condujo a experiencias regresivas", dijo la internacionalista venezolana Elsa Cardozo, de la Universidad Simón Bolívar.
La coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) logró al menos 99 escaños frente a 46 del chavismo. Dado que quedan por definir 22 curules, esa mayoría podría crecer al punto de que la oposición quedaría facultada para acortar el mandato del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Aun cuando el elemento económico no es idéntico en cada país, el factor común en este caso es la "baja del precio" de las materias primas, señala Gabriel Puricelli, politólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), para quien el desgaste en Argentina, Brasil y Venezuela es "lógico" por tratarse de gobiernos con varios años en el poder.
Al ritmo de la caída de los commodities
En Venezuela la derrota se produjo en medio del derrumbe de los precios del petróleo a su mínimo en los últimos siete años (34 dólares), un factor crítico para un país que obtiene 96% de sus divisas del crudo.
En tiempos del difunto presidente Hugo Chávez (1999-2013), el oro negro llegó a 132 dólares por barril, lo que le permitió apuntalar una millonaria inversión social y afianzar su liderazgo en la región.
A la par de la caída de la cotización, la popularidad de Maduro se hundió hasta un 22%, según la firma Datanálisis.
"América Latina viene de un período de excesos, y al final de la fiesta hay que pagar las cuentas", afirma Cardozo.
La analista también menciona como sintomático del "desgaste" izquierdista que el presidente boliviano, Evo Morales, perdió terreno en las pasadas elecciones regionales, mientras que su par de Ecuador, Rafael Correa, desistió de postularse a un tercer mandato en 2017.