El golfista chaqueño de 24 años Emiliano Grillo y el cordobés de 47 Ángel Cabrera son los dos representantes argentinos en la 81 edición del Masters de Augusta.
Grillo llega a Augusta por segunda vez, después de acabar empatado en el puesto décimo séptimo en su primera participación en 2016. Cabrera acumula 17 participaciones en este primer grande del año, un segundo puesto en 2013 y la chaqueta verde que se ganó en 2009.
"En esta cancha puedes hacer muchos birdies y muchos bogeys. Pueden pasar muchas cosas mágicas. Es sencillamente el Masters", dijo un pletórico "Pato" Cabrera después de la victoria que se sumó a su conquista del Abierto de Estados Unidos en Oakmont en 2007.
Desde entonces, el veterano golfista cordobés sólo ha fallado el corte para el fin de semana en la edición de 2014 y ha demostrado año tras año su mejor nivel de juego en el complicado recorrido de Augusta National.
"Me gustan los retos y por eso estos torneos son importantes para mí", dijo Cabrera, que parece empezar a superar un período complicado dentro y fuera de las canchas de golf con tres buenos días de juego en el Houston Open de la semana pasada.
Por su parte, Grillo sólo ha perdido un corte durante esta temporada y se mantiene en el puesto 33 del ránking mundial. "Por suerte, la variante de los putts va para arriba y esperemos que siga así", dijo a Efe el golfista chaqueño, que ha demostrado gran consistencia desde el tee hasta el green y grandes resultados cuando le funciona el putter.
Los dos argentinos tendrán que medirse con otros veteranos como el estadounidense de 46 años Phil Mickelson, que llega a la caza de su cuarta chaqueta verde, y jóvenes favoritos como el también estadounidense Jordan Spieth, ganador del Masters de 2015 y compañero de generación y competiciones juveniles de Emi Grillo.
"El año pasado estaba tranquilo hasta que llegó el primer tiro. Ahora es la segunda vez, pero no deja de ser especial, es el Masters", dijo Grillo, que tuvo una experiencia "extracorpórea" durante su primer golpe en Augusta National y espera mantener la serenidad en su segunda actuación.
Una calma interior que también ayudará a enfrentar las tormentas, las ráfagas de viento y el frío que se anuncian para los cuatro días del primer grande de la temporada.
