"Quedate tranquilo, que todo va a salir bien", le decía Diego Koltes el jueves a Armando Corvalán en el final del asado que se hizo para despedir al plantel mendocino. Con esa certeza y esa tranquilidad, salió el combinado de Mendoza a enfrentar a Ushuaia su primer partido en ese Argentino de Selecciones que se juega en Santa Cruz, y en el que la Borravino busca el quinto título consecutivo.
Y fue goleada para los nuestros que se impusieron por 5 a 0 con goles de Renzo Grasso, Nicolás Páez, Gonzalo Pires, Marcelo Mescolatti y Lucas Díaz.
Bastaron apenas 40 segundos para que los fenómenos se juntaran y Renzo Grasso mandara a besar el balón a la red.
Aunque suene demasiado apresurado, desde ese momento ya no hubo partido. Ushuaia sintió el golpe inesperado y Mendoza comenzó a mover la "kagiva" de acá para allá, buscando los espacios para volver a convertir.
A los 7 minutos, el "Chelo" Mescolatti saco a pasear su talento y tras robar e ir buscar, dejó solo a Nico Páez para el segundo de Mendoza.
Ushuaia empezó a ir, desordenado y necesitado, y la "Borravino" se reguardó y apostó por el contraataque rápido. Y si hablamos de rapidez tenenos que nombrar a Gonza Pires, quien en una jugada parecida a la del Mundial contra Brasil, entró por el segundo palo para definir el tercer gol casi en el cierre de la primera parte.
Poco varieron las cosas en el segundo tiempo. Mescolatti puso el cuarto y el "Tutu" Díaz llevó las cuentas 5 a 0.
Lo importante es que quedó atrás un largo viaje de 12 horas con dos vuelos mediantes (Mendoza-Buenos Aires y Buenos Aires-Río Gallegos) y un tramo de tres horas en micro (Río Gallegos-Cuenca).
La diferencia sacada da una tranquilidad extra y es casi como un punto más a la hora de una eventual definición.