No hay soluciones mágicas ni tampoco de las otras. Los dirigentes están a merced de los violentos y la policía no hace más que fallar en cada operativo en las canchas mendocinas. Incidentes acá y allá. Roturas de alambrados, vehículos destrozados y piedras que surcan el cielo sin pagar impuesto a nada y con un destino que, por ahora, de milagro, no es asesino.
En cancha de Gutiérrez, el gol agónico de José Ortiz, que le dio la victoria y la punta de la tabla al Celeste (también le quitó el invicto a la Academia) provocó la repudiable agresión hacia el volante por parte de algunos barras ubicados en el sector visitante.
Allí reaccionó la parcialidad local y durante varios minutos, la zona fue un caos. El “se cansaron de tirarnos piedras durante todo el partido desde la calle”, con que Nelson Reynoso explicó la situación no justifica la cobarde agresión.
“Repudiamos lo que sucedió, pero la policía no nos cuidó durante todo el partido. Y el festejo de los jugadores de Gutiérrez de frente a nuestra hinchada pareció excesivo”, confió el mandamás de la Academia”.
A su turno, el titular del Celeste, Luis Pezzuti, confió: “Es un problema jugar con dos hinchadas. Siempre pasa algo, falla el operativo y hay que lamentar la cancha con destrozos. El problema surgió cuando la gente de Argentino comenzó a tirar piedras. No hay manera de jugar con los dos públicos”.
En Luján, dirigentes de Huracán Las Heras sufrieron la rotura de sus vehículos, estacionados a una cuadra de la plaza departamental. “La policía nos obligó a llevarlos hasta allá, pero algunos los reconocieron y sufrimos roturas de vidrios, espejos y hasta abollones”, deslizó un directivo de la entidad, que prefirió no dar a conocer su nombre.
Y en el Este, en el duelo entre San Martín y CEC, durante todo el partido, los hinchas locales y el banco visitante se estuvieron agrediendo. Cuando finalizó el encuentro, ya en la calle, hubo un altercado del que participaron Darío Gianformaggio y los suyos, donde hubo roturas de autos y un directivo albirrojo terminó herido por una piedra. Todo, ante la mirada, de la policía. Lamentable.
Una costumbre: los cruces entre hinchadas
Mirando hacia atrás, se pueden contar varios antecedentes a lo largo de la actual temporada. Desde la tarde del piedrazo que sufrió un simpatizante de Huracán LH hasta los choques, por Copa Argentina, entre las hinchadas de San Martín y Guaymallén y Gutiérrez y Palmira.
Caos, miedo, balas de goma y corridas. Todo esto con niños, mujeres y ancianos intentando cubrirse de la situación. Tampoco se puede olvidar lo sucedido en cancha de Luján, la tarde en que se destrozaron vehículos particulares. Tristísimo.