Cuesta explicar lo sucedido ayer en el Víctor Legrotaglie. Porque mientras los hinchas mensanas se abrazan con el empate agónico de Jacobo Mansilla, Junior Mendieta armaba un desparramo para que Lucas Blondel sentenciara el triunfo visitante. Así, con un 1-2 que lejos estuvo de expresar lo sucedido en el campo de juego, Gimnasia volvió a exponer su falta de contundencia en el área rival y esta vez pecó de inocente a la hora de cerrar una historia que venía torcida tras el gol en contra de Renzo Vera. A poco del final, con el empate logrado tras acumular méritos, parecía mejor cerrar la historia, pero...
Le sentó bien al Lobo el 4-3-3 que pensó su entrenador durante la semana. Con Berterame y Salces bien abiertos, con el aporte ofensivo de Aguirre y la movilidad de Zabaleta y López, Gimnasia configuró un buen comienzo de partido, aún cuando las dos primeras chances fueron para la visita. Con mucha determinación a la hora de ir por los costados, el local logró el ansiado desequilibrio, aunque no encontró receptores en los varios centros que llovieron sobre el área rival. Allí fue donde todo lo bueno que fue surgiendo con el juego asociado que pedía Pozo se perdió. Nachito Morales sigue fallando en sus momentos y el equipo de tanto ir termina perdiendo su forma. "El primer gol fue un detalle", confió el adiestrador tras el encuentro. Y mucha razón tuvo al definirlo de esa manera; los detalles fueron los que definieron la historia en favor de Atlético de Rafaela. Durmió la defensa blanquinegra, cabezazo de Protti, tapó Tomás Marchori y Vera se llevó por delante el balón para meterlo en el arco.
En el complemento, con mayor determinación y entrega; Gimnasia fue y fue. Lo intentó por derecha y por izquierda, complicando con lanzamientos cruzados a espaldas de los laterales y un sinfin de centros que no tuvieron buena resolución ni con el ingreso de Leandro Cabrera. Por eso valía tanto ese cabezazo de Mansilla, a escasos minutos del final. Pero la alegría encegueció el corazón de un Lobo que creía en sus fuerzas y terminó apostando un punto que tenía mejor sabor por lo sufrido. La derrota marcó falencias en las dos áreas.
Los destacados
Gonzalo Berterame. Fue el hombre más desequilibrante en ofensiva para el Lobo.
Ijiel Protti. Cada vez que encaró, armó un desparramo. Participó en el primer gol visitante.
Santiago López. Se mostró siempre, aún cuando el balón quemaba. Buen partido.
Franco Racca. El defensor visitante ganó casi todos los duelos aéreos. Bien.
¡Chau paciencia!
Aún con la floja concurrencia que tuvo el Víctor Legrotaglie, no pasó desapercibido que una nueva derrota (la segunda consecutiva) despertó algunos reproches entre los simpatizantes blanquinegros. Incluso hubo insultos para los integrantes del cuerpo técnico. Con la derrota consumada, hubo discusiones entre hinchas.
La terna arbitral
El juez principal, Pablo Giménez, tuvo una tarde con altibajos e incluso dejó pasar algunas acciones que merecieron otra sanción. Acertó en la expulsión de Rodríguez tras una dura falta sobre Cortés.
Los asistentes, Ernesto Calegari y Carlos Qualizza erraron mucho y dejaron dudas en varias ocasiones. No pareció offside el gol anulado a Morales.