Cuando Ester Quevedo y su marido Miguel Rodríguez se hicieron cargo de la Unión Vecinal Glorias del Libertador en Villa Marini, Godoy Cruz, se pusieron como objetivo ofrecer actividades abiertas a toda la comunidad. El hombre empezó creando una pequeña escuela de fútbol para los más chicos, pero no tenía el equipamiento que necesitaba.
Así que entre los dos decidieron participar del programa Fondos Concursables "Por los Barrios de Godoy Cruz" a través del cual les entregaron pelotas y redes para poder cumplir su propósito.
Ellos fueron uno de los 370 proyectos que desde 2008 se han visto beneficiados por la convocatoria que lleva adelante el municipio de Godoy Cruz. La misma apunta a apoyar iniciativas de la comunidad para intentar mitigar y disminuir las situaciones de violencia en los barrios.
La edición 2015 del programa está buscando nuevos proyecto de organizaciones sociales, uniones vecinales y clubes barriales del departamento. A los que resulten seleccionados se les entregará entre 6.000 y 7.000 pesos en equipamiento para llevar adelante sus distintas actividades. Previamente se dictan capacitaciones sobre el armado del proyecto en cuatro puntos del departamento.
Reiterada participación
Una vez que Ester y Miguel pudieron lograr la escuela de fútbol continuaron participando en la convocatoria municipal para seguir dotando de actividades a la unión vecinal.
"Hoy estamos orgullosos por todo lo que ha crecido, tenemos artesanía, tejido, gimnasia, folclore y apoyo escolar en dos turnos", contó la mujer que preside la Unión Vecinal. En cuanto al equipamiento al que accedieron a través de estos fondos enumeró sillas, un radiograbador, cierre perimetral, entre otros.
De las actividades que proponen participan más de 100 personas entre niños y adultos. "Eso es lo que nos hace felices, poder contener a los niños, reunirnos con los vecinos y celebrar todos los cumpleaños juntos una vez por mes", relató.
Para ella, que está a punto de cumplir 70 años, poder llevar adelante esta actividad sin fines de lucro es una terapia. "Porque trabajar por el otro es muy gratificante, nosotros ya tenemos los hijos grandes y hasta nietos así que buscamos compartir con otra gente para enriquecer nuestra vida", expuso.
Alejandra Muñoz titular del "Centro Cultural Sandrini", que funciona los sábados en la escuela Gabriel Del Mazo de Godoy Cruz, es otra de las beneficiarias de los Fondos Concursables. "Con esta va a ser la sexta vez que participamos", comentó la mujer.
Además de los elementos que han recibido por el programa (instrumentos, máquinas de coser, equipo de audio, entre otros) ella también se mostró agradecida por la capacitación brindada. "Nos enseñaron cómo presentar un proyecto, pero sobre todo a hacer un sondeo de las necesidades de los socios de las entidad, que en nuestro caso son 118 chicos de 4 a 18 años de todo el Gran Mendoza", detalló la responsable.
Así decidieron implementar talleres de canto y música, percusión, folclore, reciclaje, corte y confección, un grupo de bastoneras y fútbol. "Gracias a estos fondos hemos podido incrementar la cantidad de actividades de acuerdo a nuestro objetivo que es que los chicos revaloricen lo cultural", remarcó Alejandra quien narró que desde allí también realizan cruzadas solidarias para colaborar con escuelas rurales y albergue de toda la provincia.
Seguridad ciudadana
Andrea Gelvez, coordinadora del Programa Fondos Concursables del municipio de Godoy Cruz, recordó que la iniciativa nació en 2008 como una forma de mejorar la seguridad ciudadana. "Porque entendemos que si uno toma la seguridad como una política pública tiene que trabajarla desde varios sectores que incluye lo cultural y lo deportivo", subrayó la mujer.
En cuanto a los requisitos para participar, explicó que no es necesario que las organizaciones tengan personería jurídica. "Lo que buscamos son proyectos comunitarios y entendemos que de acuerdo a las necesidades van surgiendo grupos de personas que se reúnen y no necesariamente tienen personería jurídica", precisó Gelvez a la vez que aclaró que sí deben ser de Godoy Cruz.
Entre los participantes a través de los años se encuentran grupos de mujeres que son jefas de familia, comedores comunitarios, bandas de música, ludotecas de clubes, entre otros.
"Los proyectos que se han presentado son variados, pero a lo que más a apuntamos es a mujeres, niños y adolescentes porque son los sectores más vulnerables", indicó la coordinadora. Cada año se presentan en un 50% organizaciones que ya lo hicieron anteriormente y un 50% nuevas. "Lo que queremos nosotros es que se animen y que cada vez participen más", aseguró.
Más allá del equipamiento que se les brinda por un monto de entre 6.000 y 7.000 pesos también se ofrecen talleres para el armado de los proyectos en cuatro puntos del departamento: Trapiche, Villa del Parque, Las Tortugas y zona centro.
"Trabajamos las propuestas con ellos, los ayudamos en el armado y le explicamos cómo tienen que hacer para buscar el presupuesto de lo que van a solicitar", precisó la responsable. De esta forma la comuna ayuda también haciendo docencia. "Ya que lo que aprenden también les sirve para presentarlo ante cualquier organización que pueda brindarle apoyo económico", añadió.
Una vez que les entregan el material se realiza un seguimiento para comprobar que los elementos se utilizan con el propósito original. "Para ello siempre buscamos que los lugares donde se lleven los elementos no sean casas particulares, sino espacios comunes para que sean utilizados por toda la comunidad", cerró Gelvez.