Se trata de un dato atípico, pero trascendental en muchos casos. Tiene que ver, quizás más con el proyecto deportivos, que con el gusto personal.
Hacemos referencia a lo que sucede en Godoy Cruz, que volvió a quedarse sin entrenador y en la víspera de lo que será su cuarta participación en una Copa Libertadores. Y no se trata de una referencia menor. Es que lo mismo había sucedido en las anteriores tres presentaciones que el club se había clasificado al máximo torneo continental a nivel clubes.
¿Son temas de la dirigencia? ¿El club apuesta más a consolidarse en el ámbito local que en el internacional? ¿Los entrenadores que se van, lo hacen porque rubrican mejores contratos en otras instituciones? Las mismas forman parte cuestionamientos en charlas de café, pero que vienen al caso para sintetizar una curiosa situación que se da en el equipo que representa a los mendocinos en el fútbol grande.
Haciendo un repaso con la historia, en 2011 el "Tomba" consiguió su primera e histórico boleto a la Copa, bajo la conducción técnica de Omar Asad.
Sin embargo no fue el "Turco" quien se encargaría de guiar los primeros pasos de la institución por Sudamérica. Después de muchas idas y vueltas, el DT que tuvo su debut en Primera con el "Expreso", decidió dar un paso al costado tras algunos no acordar un mejor resarcimiento en su contrato. Lejos de entrar en la polémica, el presidente José Mansur salió a buscar su reemplazante y encontró en Jorge Orosmán Da Silva la mejor alternativa.
Ese equipo hizo lo que pudo en la fase de grupos que también componían Liga de Quito, Peñarol e Independiente de Avellaneda, pero que entró en la historia grande del club tras vencer 3-1 a Gimnasia y Esgrima -LP- (goles de Nicolás Sánchez, David Ramírez y Abel Masuero -en contra-) para quedarse con su merecido boleto al torneo más importante de América.
Fue con el "Polilla" en el banco que el "Bodeguero" volvió a incursionar por Sudamérica.
Se jugaba su última ficha para entrar a la Copa Libertadores frente a Atlético Rafaela. Y la apuesta le salió: derrotó 2-0 a "La Crema" (tantos de Ariel Rojas y David Ramírez) y de esa manera se encontraba con sus pasajes para disputar la Copa por segundo año consecutivo.
Atlético Nacional, Peñarol y Universidad de Chile, fueron sus rivales en la fase de grupos y Godoy Cruz no pudo clasificar bajo el mando de Nery Pumpido, quien había sustituido en el cargo a Da Silva, quien impensadamente había renunciado debido a cortocircuitos con la dirigencia.
Después hubo que esperar cinco años para ver a Godoy Cruz codearse con los poderosos de nuestro continente. Y quizás fue la más recordada hasta el momento, porque superó por primera vez la fase de grupos.
Fue en la edición 2017, temporada en la cual el equipo consiguió su clasificación con Sebastián Méndez en el banco y que fue dirigida casi en su totalidad por Lucas Bernardi, aunque el último partido, en la vuelta de los octavos de final, fue el uruguayo Mauricio Larriera quien estuvo sentado en el banco ante Gremio (luego campeón) ya que el ex Newell's Old Boys había sido cesado en su cargo. Libertad de Paraguay, Atlético Mineiro y Sport Boys de Bolivia, fueron sus rivales en la zona y ante los cuales el "Tomba" hizo pata ancha para estar entre los 16 mejores de la Libertadores, tras un 1-1 frente a los paraguayos en el Malvinas Argentinas.
Así es esta historia increíble, si se quiere, de nuestro representante en el fútbol grande, un club que hace tiempo se ganó el respeto en AFA y que volverá a mostrar lo suyo por Sudamérica. Un dato que forma parte de las estadísticas, pero que no es menor, sobre todo en el plano deportivo donde aquello de "respetar procesos" no se cumplió por diferentes razones.
Lo cierto es que siempre que el Expreso debió jugar la gran Copa, lo hizo con un nuevo DT. Y en 2019 no será la excepción. Diego Dabove decidió no renovar su contrato, por lo que Mansur y compañía se encuentran trabajando en su sucesor.