Desconocido, sin luces y superado de principio a fin, Godoy Cruz fue goleado por Colón en Santa Fe, en una de las peores actuaciones de los últimos tiempos. La formación de Dabove jamás estuvo en partido y el 3-1 final terminó siendo corto.
Es el partido para tomar como ejemplo y enseñanza de todo lo que no se puede repetir en el futuro.
Toda derrota duele, pero es más dura porque de haber ganado el equipo hubiera alcanzado la punta de la Superliga. Claro, no estaba en los planes el flojo rendimiento.
Como suele decirse, nadie salvó la pilcha. Desde el arquero, de floja salida en el tercer gol, pasando por los defensores, siguiendo por los volantes y terminando en los puntas. Un desaprobado general, que debe servir para volver a las fuentes, a eso que lo llevó a ser el mejor en lo que va de 2018.
Encima, Eduardo Domínguez acertó un pleno inolvidable. En el ojo de la tormenta, los hinchas ya no bancaban mucho al entrenador sabalero, que anoche tomó algo de oxígeno en su campaña. Y el aire lo encontró con tres tantos del juvenil Leonardo Heredia. Asi es, Domínguez respiró fuerte en el Cementerio de los Elefantes.
Aunque no es el esquema que más le gusta a Diego Dabove, el Tomba se paró 4-4-2 en el Brigadier López. Conforme con lo que hizo el doble cinco Elías-Henríquez en la parte final del triunfo ante San Lorenzo, el entrenador bodeguero creyó que sería lo mejor ante un rival lastimado, que iba a buscar la recuperación.
No resultó en ningún momento la idea. Los volantes que iban por afuera tampoco pudieron aportarle algo al equipo. Núñez no justifica su lugar entre los titulares. Sosa tampoco y Ávalos, que debutó en la red en Mendoza, estuvo muy lento y desaprovechó las dos ocasiones que tuvo.
Los errores se repitieron durante toda la noche y fueron cimentando una victoria local que se edificó más en el aprovechamiento absoluto de todas las ventajas que otorgó el rival, antes que en los méritos propios del sabalero.
Para terminar de graficar la absoluta falta de efectividad y agresividad del Expreso, que el único tanto que maquilló la goleada llegó en el último suspiro y por la 'burrada' de Olivera, quien venció a Burián con un cabezazo débil.
Una derrota que tendrá que quedar en eso. Una jornada olvidable. De esas que no se justifican y que hace una eternidad no mostraba el Tomba.
Un planteo que no funcionó y variantes que no surtieron efecto. Todo mal en Santa Fe. A volver, replantearse cosas y pensar en Defensa y Justicia. No hay que preocuparse, pero si ocuparse.