“Tenemos que hacernos cargo del lugar que ocupamos”. En la previa de Olimpo, Rodrigo Rey tiraba el casete a un lado y le dejaba un mensaje claro a sus compañeros.
Está bien la prudencia. Está bien ir despacio. Está bien no pensar más allá del partido que viene. El discurso se entiende, pero en algún momento este Tomba tiene que empezar a creérsela.
En algún momento el equipo debe despojarse del traje cómodo de equipo sorpresa y colgarse la chapa de aspirante a pelear el torneo. Tenía que dar el paso que se esperaba y pensar en cosas grandes.
Y lo hizo. Hoy se convirtió en serio candidato al título. Sin dudas. Ya no hay más palabras y declaraciones de ocasión y trilladas, el conjunto del gallego Méndez mira a todos desde arriba y todos los rivales ya lo relojean con preocupación.
Con argumentos sólidos. El modelo ideado por el entrenador funciona de cualquier manera. Cuenta con argumentos de sobra para soñar y darle un mensaje al resto de los que conforman la Zona 1.
Algunas veces se puede expresar futbolísticamente con plenitud, como su DT pretende. Y a veces se acomoda a las circunstancias cuando las cosas en el juego vienen torcidas.
¿Conclusión? Viene sacando buenos resultados -no pierde desde la primera fecha ante Central- jugando bien o cuando flaquea en el funcionamiento.
Como ocurrió ante Olimpo de Bahía Blanca.
Con una de cal y una de arena. Porque tuvo un primer tiempo con presión alta, variantes para generar ataques, dominio de juego y efectividad en el área contraria. El Morro García contó con una chance y no la perdonó. Y eso es una gran virtud.
En el complemento el equipo mostró otra cara, siendo superado por la visita y luciendo desconcertado. Lejos de lo que quiere el entrenador.
O cuando se recuperó ante Patronato y terminó dando vuelta el resultado con un hombre menos. O cuando revirtió la historia ante Colón y finalizó con una goleada. O pisando fuerte en el Monumental y en cancha de Banfield.
Luciendo. Brillando. Con altibajos. A veces con dudas. Pero siempre con una identidad definida y una mentalidad ganadora de principio a fin.
Llegó la mitad de campeonato. Restan ocho fechas por disputarse. Y Godoy Cruz manda con autoridad.
Tiene razones para soñar. La ilusión se sostiene fácil: con un equipo que tiene las cosas muy claras.
El gol de García para Godoy Cruz