El municipio de Godoy Cruz está procediendo a la apertura de la calle Aconcagua, a tres cuadras de la plaza departamental, como una forma de favorecer la comunicación vial norte-sur y este-oeste.
Se trata de 200 metros, entre Balcarce y Manuel Belgrano, en la margen norte del canal Maure, a metros del espacio verde Luis Menotti Pescarmona. Cuando la obra esté concluida, se habrá logrado la conexión desde calle Balcarce hasta el Corredor del Oeste por Carola Lorenzini.
Los trabajos están en sus comienzos, ya que inicialmente se debió expropiar una vieja casa y una panadería antigua. Estos trámites ocuparon bastante tiempo. Actualmente se está demoliendo parte del establecimiento industrial y antes se hizo lo mismo con una vivienda familiar.
Una vez que los espacios queden liberados, se procederá a pavimentar la calle. Además, se colocarán barandas sobre la margen del canal Maure y se harán las veredas.
“Hemos priorizado lo que nosotros llamamos la costanera del Maure, en el marco de una planificación integral en materia vial”, dijo el secretario de Infraestructura municipal, Oscar Sandes. La referencia tiene que ver con los trabajos ya concretados de San Martín hacia el oeste. Ahora se está interviniendo hacia la parte este.
El proyecto en marcha sucede al realizado recientemente, cuando se abrió desde Balcarce a Mitre. Los trabajos en la calle Aconcagua incluyen veredas peatonales, cordón, cuneta, puentes vehiculares y para transeúntes. La apertura de la calle prevé también el plantado de árboles y la iluminación.
En todos los casos se dejará a nivel de la futura calzada las tapas de registro y/o ductos, correspondientes a la red cloacal; los braseros de la red de agua potable y cajas de pases de tendido eléctrico subterráneo, redes de gas, telefonía y/o fibra óptica.
Como dato anecdótico, del lugar que se está abriendo se erradicaron dos palmeras, que fueron replantadas en el espacio Menotti Pescarmona, es decir, cruzando la calle Balcarce. También habrá que reubicar varios postes de luz.
Para llevar adelante el emprendimiento la comuna invertirá casi $ 2 millones y la firma a cargo de la tarea, Construcciones Oeste, tiene un plazo de ejecución de 120 días.
Los vecinos, conformes
Jorge Cabutti (jubilado bancario) se mostró conforme con el trabajo y a lo sumo pidió que se arreglen las veredas ubicadas al norte del cruce de Lorenzini y Belgrano.
En tanto, Carlos Grimalt dijo que le parecía bien la apertura porque favorecerá a una mejor circulación vehicular en el área. Y Angela Di Prieto (79, habitante de la calle Antonio Tomba) afirmó que “todo lo que sea adelanto, es beneficioso”.
Cabe destacar que la construcción que se está demoliendo perteneció a la tradicional panadería El Sol de Mayo, de la familia Salinas, que levantó en 1942 don Ismael Salinas.
Su hijo Ricardo (62), el actual dueño, contó que el establecimiento tenía una superficie cubierta de 1.210 m2, y con la expropiación que sufrió el espacio se vio reducido ahora a la mitad, pero convirtiéndose en una edificación nueva, de 600 m2 en dos plantas.
Los Salinas están orgullosos de la actividad que realizan, y sostienen que la suya debe ser una de las panificadoras más antiguas del Gran Mendoza. “En los tiempos en que únicamente éramos panadería se procesaban de 40 a 50 bolsas diarias de harina, se empleaba a alrededor de 30 operarios y funcionaban a pleno dos hornos de mampostería de 8 metros de cámara”, refirió el actual titular del negocio.
El establecimiento sobre el que ahora cae la piqueta tenía antiguamente una cuadra de 150 m2, que fue ampliada a 450 m2 en 1956.