El Tomba cantó bajo la lluvia. Su mejor canción. La versión que estaba esperando desde hace tiempo desde que el director Lucas Bernardi maneja la “banda” Bodeguera.
Esta vez sí sonaron los acordes en su esplendor, con piezas individuales de alto nivel y un conjunto que nunca desafinó.
Sin dudas fue el mejor concierto de los muchachos del rosarino en este año. Completo. De punta a punta. Desde la música que se manifiesta en cada toque exquisito, hasta el toque final de los instrumentos acompañados con el grito de gol.
El Expreso no convirtió tres goles por casualidad o por culpa del azar, los generó y facturó en base a salida clara, rotación, lucidez en cada acción y tremenda contundencia al pisar el área contraria.
Godoy Cruz necesitaba un actuación así sobre el escenario del Malvinas para acercarse más a lo que pretende el adiestrador. Más allá de algunos resultados positivos, los pasajes de buen juego se habían dado en cuentagotas y eran más las miserias y las dudas lo que sobresalía en cada presentación.
Bernardi propuso una idea en su llegada, planteó su estilo en cancha y el equipo nunca terminó de convencer, con rotación de jugadores en el medio, expulsiones, doble competencia y rivales de jerarquía enfrente. En este contexto se extrañaba mucho el modelo que se caracterizó y se hizo fuerte en Primera División.
Seguramente hoy, después de haber meditado sobre la almohada y tras varias horas del encuentro, el DT, con la mente más fría, tendrá claro que su elenco se acercó bastante a lo que pretende para encontrar definitivamente la identidad que lo distinga.
El histórico paso triunfal dado en Asunción por Copa Libertadores realzó al Tomba, le dio el golpe de confianza que pedía para tomar envión y convencerse del camino elegido.
El carácter fue uno de los aspectos que sacó a relucir contra Libertad, y con eso le alcanzó para cosechar tres puntos inolvidables.
Ante Banfield volvió a ponerlo en primer plano, claro que esta vez estuvo unido a un trabajo prolijo y de descubrir las vías adecuadas para lastimar, con paciencia pero también con voracidad al momento de pensar, crear y atacar.
El alto nivel de piezas individuales (Abecasis, Correa, Angileri, Pol Fernández, los que más resaltaron ) provocaron que el contagio se diera en forma general.
Tal vez hoy el equipo esté más liberado y suelto, sabiendo que pasaron los partidos contra los grandes y que de acá, hasta el final, irá mano a mano con conjuntos que se miden de la misma manera.
Ahora será clave mantener el ritmo y hacerse escuchar con un fútbol que los identifique ante el resto.
