Luego de más de 130 películas y con 84 años en el momento del estreno hace dos años, Godard consigue inmiscuirse en la monopólica distribución internacional y desembarca en una sala local con su último largometraje "Adiós al lenguaje".
Sin duda, su llegada a una pantalla provincial es al menos relevante, por no decir extraordinaria, tras dos semanas de inaugurarse justamente la sala 3D del Cine Universidad, más que propicia para ver esta película tal como fue presentada en el resto del mundo.
Para un director que siempre ha renegado de la obsesión por la tecnología de la industria cinematográfica estadounidense, recordemos que su película de 2010, "Film Socialisme" se rodó en parte con un teléfono celular, Jean-Luc se aprovecha ahora del 3D para volver a narrar otra historia de amor y dolor y que resulta un auténtico juguete estético y espectacular para el enfant terrible que siempre ha sido.
Aquí la idea es simple: una mujer casada (Heloise Godet) se encuentra con un hombre que no es su esposo. Están felices, pero también hay discusiones. Hay un perro que se aleja de la ciudad y se interna en los campos (Roxy, la adorable mascota preferida de Godard). Las estaciones pasan. El hombre y la mujer se vuelven a encontrar. El perro se encuentra entre ellos.
El ex esposo rompe todo. Pero una segunda película comienza porque desde una pareja de humanos se pasa a la metáfora.
Es la belleza fragmentada en fotogramas de lo cotidiano la principal atracción del filme, un lienzo de imágenes oníricas y preciosas que se disparan con una frase contundente: "Aquellos que carecen de imaginación se refugian en la realidad".
En su misión de continuar empujando los límites, Godard distribuye imágenes que saltan de un turbio blanco y negro a una súper saturada paleta de colores a lo largo de 70 minutos, mientras se expresan bocanadas de una historia que sentimos como si estuviera sucediendo en algún lugar fuera de la cinta.
Es al menos llamativo que directores estadounidenses con tendencia de autor como Christopher Nolan, David Fincher, Quentin Tarantino, Steven Soderbergh, Wes Anderson, y los hermanos Coen no hayan filmado nunca en 3D y justamente, quien siempre se quejó de los dispositivos artificiales de la industria de Hollywood como Godard, lo haya hecho y tenga además un resultado formidable.
El 2014, Jean-Luc ganó el premio del Jurado en Cannes, al mismo tiempo que la película compitió por la Palma de Oro e incluso su perro, Roxy Miéville obtuvo un galardón especial por su actuación.
Se verá hoy, mañana, el sábado y el domingo, a las 20; el martes 21, a las 22 y el miércoles 22 a las 20 horas.