Argentina volvió ayer a los mercados financieros internacionales con una emisión de deuda de al menos 12.500 millones de dólares que la saca del aislamiento en que cayó tras su default de 2001.
“Ya estamos recibiendo las ofertas, mañana (martes) se sabrá la ‘tasa de corte’ (monto de la emisión). No podemos anunciar nada hoy, toda la información se difundirá el martes, dijo a AFP una fuente del ministerio de Hacienda al confirmar el inicio del proceso.
Pese al hermetismo, el diario La Nación citó ayer fuentes de la organización de la emisión para indicar que Argentina obtuvo ofertas por 67.000 millones de dólares, cinco veces más de lo que espera colocar. Los diferentes diarios económicos de Argentina manejaban cifras similares.
“La noticia es que las reservas del BCRA aumentarán U$S 2.500 millones. Pasarán a ser casi U$S 32.000 millones, porque U$S 5.000 millones irán a incrementar reservas para hacer obras de infraestructura. Y la mitad de esa cifra se paga por los cupones que se debía”, indicaron especialistas al diario El Cronista.
Prat-Gay dijo el viernes que era “asombrosa” la demanda de bonos argentinos y hoy tuvo su revancha.
El gobierno de Mauricio Macri, quien asumió hace cuatro meses, se propone colocar tres series de títulos a 5, 10 y 30 años, de modo de captar hasta U$S 15.000 millones.
“En los bonos de corto plazo, e incluso si sale otro a 3 años (ver aparte), la tasa será más baja, entre el 6% y el 7%. Para los papeles hasta 10 años, se pagará entre 7% y 8%, y un poco más para los de 30 años”, dijo a la AFP una fuente financiera privada allegada a los bancos colocadores que pidió anonimato.
Con esos recursos, el gobierno espera asegurarse los 10.500 millones de dólares que debe abonar el viernes a ‘holdouts’, respaldados por una sentencia judicial en Nueva York, y usar el resto para recomponer el déficit presupuestario.
Atraer inversiones
“La salida del ‘default’ permitirá atraer inversiones”, dijo el gobierno en su cuenta de Twitter. El arreglo no alcanza a la totalidad del 7% de bonistas con títulos en mora. Quedarán afuera valores por 3.500 millones de dólares en litigio en Nueva York.
Deutsche Bank, HSBC Securities, J.P. Morgan, Santander, BBVAFrancés, Citigroup y el UBS Securities participan en la operación.
"Argentina está de vuelta, espero que lo puedan disfrutar", se entusiasmó Prat-Gay, desde Washington, donde participó de la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Los bonos serán emitidos bajo la jurisdicción de Nueva York y en caso de ‘default’, Buenos Aires deberá volver a someterse a los tribunales estadounidenses.
Dicha jurisdicción fue la cuna del conflicto que lleva 15 años y donde obtuvieron el fallo favorable los bonistas que litigaron tras rechazar las reestructuraciones de 2005 y 2010, a las que adhirieron 93% de acreedores.
La declaración de ‘default’ en 2001 fue por casi 100.000 millones de dólares, en medio de la peor crisis del país.
Según fuentes coincidentes, el Bank of New York Mellon (BoNY) será de nuevo el agente de registro, pago y transferencia.
Argentina se compromete a levantar el juicio que el gobierno peronista de Cristina Kirchner (2007/2015) le inició al BoNY, por haber aceptado el bloqueo de pagos a bonistas reestructurados que ordenó el juez Thomas Griesa.
Argentina de moda
La operación puede hacerse porque una corte de apelaciones de Nueva York la autorizó. Argentina ha alcanzado preacuerdos con bonistas en mora por unos 8.250 millones de dólares.
“Argentina es el país de moda para los inversores”, había señalado desde Washington Hernán Lacunza, ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires.
El FMI saludó el sábado las medidas tomadas para “poner la casa en orden” en Argentina. No obstante, el titular del Comité Financiero del organismo, el mexicano Agustín Carstens, advirtió que los argentinos deberán soportar “en el corto plazo algunas medidas difíciles de digerir”.
Consultoras privadas estiman la inflación en torno al 40% anual.
Austeridad
Macri advirtió el domingo pasado que los argentinos deberán ser “más austeros y cuidadosos”.
La imagen positiva de Macri cayó ocho puntos hasta situarse en 50,1% en la primera semana de abril, reveló una encuesta del consultor Raúl Aragón.
Las tarifas de servicios como gas, luz, agua y transporte sufren alzas de 100% a 700% sin que se hayan pactado recomposiciones de salarios en negociaciones colectivas. Se suma un aluvión de 11.000 despidos de empleados estatales, según el gobierno, 100.000 dicen sindicatos.
El FMI volverá en setiembre a Argentina para la revisión anual económica, por primera vez desde que en 2006 el expresidente Néstor Kirchner (2003/2007) saldara la deuda de 9.500 millones de dólares.
El organismo prevé que Argentina se contraerá un 1% en 2016 y crecerá 2,8% en 2017, mientras que Prat-Gay dijo que el crecimiento será “algo parecido a cero” este año y de “entre 3,5 a 4 puntos” el próximo. Pese a los pronósticos desalentadores, en 2015, la economía argentina creció 2,1%, según estadísticas oficiales.