Los precios de los combustibles bajaron en enero, pero subieron en febrero, marzo y abril. Las modificaciones siempre estuvieron listas antes del día 10 de cada mes. Mayo se presenta distinto. El Gobierno todavía no autorizó ningún incremento. Aunque las negociaciones seguirán desde mañana, las petroleras venían acostumbradas a tener resuelto este asunto para el día 6 ó 7, algo que todavía no fue posible en mayo. El Poder Ejecutivo se muestra inflexible hasta ahora.
En el sector predomina el hermetismo pero conocen los tiempos políticos. Con el Gobierno tratando de establecer techos en las paritarias y ensayar alguna suerte de respuesta a la inflación, las petroleras saben que les toca esperar. Las compañías buscan una recomposición de 10 a 12 centavos por litro, en línea con la devaluación oficial del peso frente al dólar. El incremento orilla el 1%. Cada punto que aumenta la nafta implica un alza de $ 2.500 millones en los gastos anuales del conjunto de los consumidores.
Tras la caída en el precio internacional del petróleo, las compañías pactaron con el Gobierno una rebaja del 5% vigente desde el 1 de enero. Esa reducción de precios estuvo muy lejos de lo que pasó afuera. En Estados Unidos, hubo importes hasta 60% más baratos en 2015 frente a 2014.
Desde febrero hasta abril, las petroleras remarcaron a un ritmo de 1% mensual. Las refinadoras (como YPF, Shell, Axion, Petrobras, Oil) les compran a las productoras (YPF, Pan American Energy, Pluspetrol, Sinopec) a un precio pactado en dólares (alrededor de U$S 77 por barril de petróleo de la cuenca neuquina), pero pagadero en pesos al tipo de cambio oficial. Como consecuencia, tienen que ajustar con cada corrección del peso frente al dólar. Eso fue aceptado por el ministro de Economía, Axel Kicillof, ante ejecutivos petroleros.
La fórmula de ajuste en idéntico porcentaje a la depreciación del peso, funcionó hasta ahora. En el sector creen que el Gobierno la valida pero ahora está en suspenso por la situación de las paritarias.
Las compañías tienen todo listo para subir los precios ni bien salga la autorización del Poder Ejecutivo.