El primer round de la paritaria docente comienza hoy a las diez de la mañana en la Subsecretaría de Trabajo. Ambas partes -SUTE y Gobierno- saben que lo que suceda con esta discusión (los maestros siempre hacen punta con estos temas) tendrá importantes consecuencias sobre las peleas futuras y, por eso, prometen dejar todo en la cancha.
"Queremos que el Gobierno haga un ofrecimiento sobre la estructura salarial. Es decir, sobre el básico y el estado docente", adelantó Javier Guevara, secretario general del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE). El pedido correrá tanto para maestros y profesores como para celadores.
Según ya lo han manifestado en diversas oportunidades, el objetivo del gremio es que, al subir el piso, aumentan otros ítems importantes. Antigüedad y escala jerárquica son los más significativos. En la actualidad, un maestro de escuela se inicia con $ 1.450 de básico y $ 950 en concepto de estado docente lo que en total suma $ 2.400.
"El gobierno ya sabe todo esto, por lo que vamos a esperar la propuesta que nos llevan", comentó Guevara quien, no obstante, dijo estar "preocupado" por los trascendidos de ayer de que el gobernador Francisco Pérez pretende mantener los aumentos a estatales en un límite del 20% así como equiparar dicho porcentaje para todos por igual.
El gremialista expresó, en este sentido, que defenderán el ámbito paritario en la Subsecretaría de Trabajo y que -si esa fuese la propuesta- sería un error haberla difundido de antemano. No obstante, Guevara abrió el paraguas y aclaró que el SUTE no estaría dispuesto a aceptar una suba del 20% por considerarla insuficiente.
Al respecto, Mauricio Guzmán, coordinador del cuerpo paritario del Gobierno, expresó que el sindicato será el primero en conocer la presentación y que no hablarían hasta que ambas partes no se hubieran sentado a la mesa.
"No podemos quebrar la confianza del sindicato adelantando cuál va a ser la propuesta", se excusó. Sin embargo, ayer el clima en el Ejecutivo era, al menos, de ansiedad ya que al hecho de que la discusión docente suele sentar precedente para las paritarias posteriores, el recuerdo de lo sucedido el año pasado con los gremios de la salud está más que fresco.
En 2012, mientras el SUTE acordó un incremento promedio del 24%, a mediados de año ATEy Ampros lograron un 37% de aumento para médicos y enfermeros por lo que, en junio, los maestros pidieron abrir la paritaria y -después de varios tires y aflojes con paros incluidos- lograron otra mejora en sus remuneraciones.
Más allá de la negativa de Guzmán, trascendió que la propuesta con la que mañana se encontrarán Javier Guevara y compañía no superará el 20% de incremento lo que -según algunos cálculos- implicará un desembolso para el Estado de $ 900 millones más por año.
Aunque distintas fuentes del Gobierno niegan que exista un techo para la suba de salarios impuesto por la Nación, insisten en que sí existe un límite que no puede escapar a lo que "marca la realidad". "Esa línea la establecen las posibilidades de recaudación que tiene el Estado y, aunque se quisiera, los números no permiten ir mucho más allá", explican al mismo tiempo que sugieren que respetarán los pedidos del SUTE de modificar aspectos estructurales pero dentro de los fondos de los que, se cree, pueden disponer.
Expectativas aparte, la pulseada comienza hoy y las partes tienen menos de un mes para ponerse de acuerdo sin que peligre el inicio de clases.