"Hay políticas de Estado que se deben respetar y esa es nuestra posición con la Nación". Lo dijo Claudio Poggi, actual gobernador de la provincia de San Luis, al responder una concreta pregunta de Los Andes y ante las crecientes versiones de un acercamiento al cristinismo en contraposición a la actitud mantenida por su antecesor Alberto Rodríguez Saá y a poco de estar presente el pasado miércoles en un acto que encabezó la Presidente y donde se recordaron los tres años de aprobación de la Ley de Medios.
Sin embargo desde esferas gubernamentales, instaladas en el tercer piso de las Terrazas del Portezuelo, aportaron el dato que los mandatarios provinciales "desconocen", al momento de recibir la invitación, el tenor de los puntos que la primera mandataria expondrá durante el acto.
Su respuesta ratifica su posición pese a los comentarios en contrario. "Como gobernador peticiono en forma permanente ante el Gobierno nacional con relación a lo que nos corresponde como provincia", había dicho a poco de que Cristina Kirchner visitara San Luis.
Claudio Javier Poggi nació en Córdoba hace 49 años, es contador y llegó a San Luis con el nacimiento de la promoción industrial en la década del '80.
Desde 1991 ha sido funcionario de los gobiernos de los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá e inclusive durante la gestión de María Alicia Lemme, de 2001 a 2003. Fue representante de San Luis en el Consejo Federal de Inversiones, subsecretario de Hacienda, ministro de Hacienda y Obras Públicas y también diputado nacional.
Y el año pasado fue el "bendecido" por los hermanos que gobernaron la provincia durante 28 años seguidos para ser el candidato y manejar hasta 2015 los destinos de estas tierras conocidas originalmente como Punta de los Venados con una población de unos 431.588 habitantes (según el censo 2010).
Entre dobles y triples
Poggi es afable con la gente y se muestra en público en forma cordial y atenta. Sin embargo -y según sus responsables de prensa- no da entrevistas. Puede hablar con los hombres de prensa en actos o visitas institucionales y esta fue la razón para esperarlo a un costado de la cancha durante el partido inaugural del campeonato federal de básquetbol, que se realizó en el estadio Ave Fénix, de la localidad de Juana Koslay.
Y así entre dobles y triples hizo referencia al "sueño" que comparte "con todos los habitantes" y que está referido a ser sede de los Juegos Panamericanos 2019 y para lo cual postuló a la nueva ciudad de La Punta. "Es un sueño personal. Hemos hecho todo lo necesario para ganarle a los otros países (Perú y Chile), pero debemos esperar hasta enero próximo, fecha en que el Comité tome la decisión fina. Tenemos fe y mucha esperanza de lograrlo y ya estamos trabajando para ello".
Más adelante y entrando en el tema netamente político, el hombre que en las últimas elecciones logró mantener el "invicto" del PJ (con el 57% de los votos) en elecciones provinciales desde hace casi 30 años, habló sobre su relación con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, ratificando que las políticas de Estado "no se discontinúan sino que, por el contrario, se profundizan"; pero teniendo en cuenta la poca o nula relación entre su antecesor Alberto Rodríguez Saá y el gobierno de los Kirchner y sus viajes reiterados a la Casa Rosada (ahora por la Ley de Medios, antes por la privatización de YPF), por lo menos, llama la atención y también lleva a mucha gente de esta provincia a pensar que hay un cambio de rumbo o, dicho de otra, manera a un "acercamiento" con la Rosada.
Pero ante la consulta de este diario lo volvió a desvirtuar, oportunidad en que confió que "como gobernador debo peticionar ante el Ejecutivo Nacional y eso es lo que estoy haciendo. San Luis es parte de este país"; frase que al menos aparece como a contrapelo del eslogan de "San Luis? otro país", que se impuso hace años con los Rodríguez Saá.
Finalmente recordó que su provincia fue la primera en judicializar la deuda que la Nación mantenía por un monto superior a los 8 mil millones de pesos, y por eso el tema "aún se mantiene vigente". Tras lo cual, y con una sonrisa que nunca desapareció de su rostro, Poggi saludó y le puso fin a la charla.
