El encargado de dar la bienvenida es Barny, un caniche marrón claro. Inmediatamente después, Mario, abre la puerta e invita a pasar. Ellos son la mascota y el papá de Giuliana Lucoski, Reina Nacional de la Vendimia 2016. Dentro de la casa se siente rico olor a comida casera, de ese que invita a quedarse.
“Giuliana ya viene, tuvo que salir”, justifica el hombre. En el brillo de los ojos se le nota el orgullo de ser el padre de la flamante soberana. A la charla de espera se suma Clarice, la mamá. “Llegó el domingo en la tarde de Uruguay. Yo me imaginé que era más tranquilo”, indica entre risas la mujer, quien siempre dijo que su hija se convertiría en soberana nacional.
Mientras tanto, la bella lujanina llega y se alista a hacer unas fotos para acompañar la entrevista. Fiel a su estilo, fresco y espontáneo, bromea con el desorden que tiene en su habitación: “Mi papá quiere ordenarme el dormitorio, pero le dije que no porque uno en su lío se entiende”.
Y en eso coincide con Rocío Fuster, la Virreina Nacional 2016: “Estuvimos charlando el otro día y le pregunté: ¿Tu habitación está tan desordenada como la mía? (risas) y me dijo que sí, porque no hemos tenido tiempo de ordenar nada. Imaginate, llegué del hotel, abrí la valija y armé la otra para irme a Uruguay”.
Desde las primeras entrevistas que brindó a los medios, Giuliana destacó la importancia de su familia. Y eso queda claro al escuchar hablar a sus padres y observarla cómo presta atención a cada una de sus palabras.
Debido a la gran cantidad de actividades, recién pudo compartir con su familia el domingo en la noche. “Hasta ahora ni siquiera he tenido oportunidad de hablar con ellos”, acepta. Sin embargo, su intención es mantener su vida dentro de la normalidad: “No me vuelvo loca, siempre he sido muy relajada. Esto que estoy viviendo me encanta, pero por todo lo que implica”.
Cambio de realidad
A partir del 5 de marzo, noche en que fue coronada Reina Nacional, Giuliana no ha dejado de tener compromisos y un viaje a Uruguay. Igual, ella no se queja, y asegura que su motor “son la gente, mi familia y el hecho de que el pueblo me haya elegido”.
Sorprendida, indica que “las experiencias son positivas y muy aceleradas” y que nunca imaginó “que iba a vivir tantas cosas en poco más de una semana”, sino que esperaba que las actividades serían más distanciadas entre sí. “Asumí el rol de reina con todas las letras”, señala orgullosa.
De todas maneras, en este corto tiempo también tuvo que enfrentar momentos desagradables, luego de que se difundiera una foto trucada en la que pusieron su rostro sobre un cuerpo semidesnudo. “De repente fue todo polémico y que salieran a defenderme me hizo bien”, manifiesta.
La soberana ya había sido puesta en alerta por personal municipal: “Apenas salí, tuve una reunión con Poli Ávalos (jefe de Prensa y Difusión) y él me contó todo lo que podía pasar. Que se inventaran cosas y todo eso”, reconoce.
Es más, hasta le preguntaron si existía material suyo que pudiese ser utilizado en su contra por personas mal intencionadas, a lo que la joven respondió con seguridad que ‘no’. “Por eso, cuando me dijeron de la foto yo sabía que era algo inventado, antes de haberla visto”, recuerda.
Giuliana hace un “mea culpa” por haber “cometido el error de no contarle a mi familia lo que me dijo Poli ese día”, para que estuvieran preparados. Lejos ya de la preocupación que generó esa falsa imagen, mientras habla de lo ocurrido la joven abraza a su mamá y le dirige miradas afectuosas a su papá.
Vida personal
La bella lujanina tiene decidido a seguir adelante con sus estudios, tratando de equilibrarlos con la agenda que debe cumplir. “Me voy a ir a inscribir en la Facultad e iré viendo, porque el cursado no es obligatorio”. Ante la pregunta de su mamá respecto a si decidió que orientación seguir, responde: “Notarial, aunque también estoy pensando en Público. Lo bueno de la primera opción es que me permite tener 2 títulos”, explica.
Una anécdota simpática tiene que ver con la preocupación de Clarice ante el cambio de vida de su hija. Cuando estaba por viajar, le preguntó si ya había definido qué hacer con la Facultad, a lo que la soberana respondió espontánea “después pienso en eso, mamá”.
El perfil sencillo de Giuliana refleja sin dudas el ejemplo que le brindaron sus propios padres. Mario recuerda cómo fue que llegaron a Mendoza desde su Misiones natal: “Nos vinimos con mi señora en la camioneta y pasamos la primera noche durmiendo ahí, en una estación de servicios”.
Poco a poco, con esfuerzo, fueron construyendo todo lo que tienen hoy. “Al poco tiempo de estar acá supe que me iba a quedar para siempre, por la forma en que se fueron dando las cosas”, indica el hombre que se siente un mendocino más. Por su parte, Clarice es instructora de Yoga Integral y da clases en un salón de su casa especialmente acondicionado para eso.
Todos, incluidos sus tres hermanos (Mariel, Nicolás, Juan Martín) y su abuela Teresa (que habla “portuñol”, según bromean), aman la tradición. “Mi mamá siempre ha sido del mate, el chamamé y el chipá. Nos gusta estar en familia y comer juntos”, describe la Reina Nacional y agrega: “Viste que con lo que te enseñan tus papás hacés dos cosas: lo seguís al pie de la letra o hacés todo lo contrario. Bueno, yo por suerte siempre he seguido sus consejos”.
Primer viaje al exterior: Uruguay
Cuatro días después de haber sido coronada, Giuliana se encontró con la noticia de que viajaría a Uruguay para participar como reina invitada en la Fiesta Nacional de la Vendimia de ese país.
“No me podrían haber mandado a un mejor país. Yo soy una enamorada de la historia y me llevaron a conocer el monumento a José Artigas. También fui al Museo del Carnaval, que es muy característico de ellos. Estaban todas las máscaras que se usan. Recorrí la peatonal donde hacen el evento y todavía estaban todas las luces”, detalla emocionada.
Además, en su estadía en el país oriental, pudo recorrer varias bodegas y aprender de la vendimia local. Según explica, algunas visitas se suspendieron por la lluvia. “Igual me encantó poder promocional el Malbec y conocer el Tanat, que es su varietal más fuerte. Se llama así por la gran presencia de taninos que tiene”, aclara.
La soberana remarca que la celebración vendimial uruguaya dista mucho de la realizada en Mendoza: “Es muy diferente. Así uno puede apreciar lo que hacen acá. Ellos tienen un enfoque muy diferente, porque nosotros le damos una importancia más grande, se destaca a los trabajadores y participan artistas locales. Allá no, se basan en la elección de la reina. Sin embargo, la eligen y después se olvidan de ella. Nunca hacen hablar a las candidatas”.
Asimismo, la joven pudo observar que en Uruguay “no hay tanto enfrentamiento político”, a pesar de que existen dos grupos antagónicos. “Hubo líderes blancos y líderes colorados, pero la gente no se pelea como acá”, agrega.
Por su parte, Clarice reconoce entre risas que el sorpresivo viaje de Giuliana en principio la asustó: “La llamé como 15 veces a la persona que iba a viajar con ella. Después me tranquilicé y entendí que iba a estar bien”.
Luego de su retorno, Mario destaca que ahora ya no le preocupa porque sabe “que viaja bien acompañada”, en referencia a Verónica Assumma (de prensa de Gobernación). También precisaron sentir la misma tranquilidad en cuanto a Alejandra Gamboa, la coordinadora general de reinas. Cabe aclarar que en su estadía en Uruguay estuvo acompañada además por el cónsul honorario y su esposa.
